Bueno, la historia va de una niña tonta y pija que conoce a un chico super malote, el cual le pone y viven una historia de amor mu' bonita, peor muy tormentosa porque proceden de dos mundos distintos y él es malo y los padres de ella no tragan al pobre Mario Casas. Siempre está el tópico del chico malo que gusta a las chicas. Una cosa es un tío con aire de duro, chulo que puede atraer. Otra cosa son los absolutos gilipollas y cabronazos que tratan como mierda a las tías, y esas tías pierden el culo por ellos. Yo esto no lo entiendo. Menos entiendo cómo luego se quejan, pero siguen buscando al mismo tipo de tío.
Pues en esta película, el chico malo no es un chico durito con gran corazón. No. Es de los del segundo tipo. Para empezar, el tío se la liga llamándola fea y no recuerdo qué otras lindezas. La vi hace tiempo, pero creo que también la tiraba a una piscina, y la dejaba tirada después de pegarle una paliza al novio de ella. Chicas, cuando conocéis a un chico que parece tener menos educación que un mono, que te insulta sin conocerte, te humilla, te deja en medio de la nada y pega a tu pareja, ¿qué debéis de hacer? Os alejáis de él, claro.
Pues no. La pava, aunque va de dura y de: ay, no, me das asco (cuando en realidad está mojando las bragas) al principio, poco tarda en caer. Con lo modosita que era ella. Ahora se va hasta a pelar clases y mentir a sus padres por estar con el chico de sus sueños. Típico amor adolescente, salvo por cómo es él, claro.
Aparte de esa actitud que tiene al principio, bueno, se cuenta que Hache (Mario Casas) era un tío muy guay y bueno, pero le pasó algo muy duro que le cambió por completo. El misterio no se alarga mucho (pa' qué crear un poco de tensión con algo supuestamente super misterioso que tardarás en descubrir aunque lo estés deseando), y pronto sabremos qué marcó su pasado de forma tan terrible: pilló a su madre con un amante. Que oye, yo no digo que tenga que ser algo divertido, pero el tal Hache este pasa de ser un hijo, estudiante y persona modelo a convertirse en un delincuente juvenil. Por supuesto, le pega una paliza al amante de su madre, y cuando lo ve o recuerda el tema (aunque ya haya pasado tiempo), se vuelve loco y empieza a golpear violentamente cualquier cosa que pille por delante.
En fin, que sigo bastante indignada. Ya no solo con la película, sino con vosotras. No puedo entender cómo algunas mujeres pueden pensar que esta historia de amor es bonita, que estén enamoradas del personaje de Mario Casas (si lo hubiera hecho un orco para ellas, porque para mí, Mario Casas ha salido de Mordor), y que les encante esta película. Me pregunto si en la continuación continuarán con esta apología al maltrato o qué.
PD: Por supuesto, Mario Casas sale sin camiseta. Se pone triste su personaje, y se quita la camiseta y se pone a hacer flexiones. Muy normal todo. Y María Valverde tiene una cara de pánfila que no puedo con ella, de verdad. Intenta distraerme cuando su nariz acapara todo el plano, pero no puedo dejar de pensar en lo pánfila que es cuando la miro.