Ni decirte las cosas que nunca te he dicho
Quique GonzálezAsí, como deberían ser todas
y cada una de las noches,
así son.
Quique González marca el pistoletazo de salida.
ella sentada frente a mí,acomodada en la tecnología burguesa
del WhatsApp
y los sombreros del Zara.
Madrid es una ciudad
que sale mal en las postalesy las direcciones del medio rural
no están dentro de su alcance,
ni siquiera del mío.
El correo electrónico es la cinta
inauguralque los políticos ansían,
la fórmula para mantener las subvenciones
para los picadores de piedra.
No pienso ligar en las exposiciones
pudiendo trabajarsobre estas sábanas granates
donde el amor es más que un concepto,
una resolución poética
o la victoria de tu equipo
el domingo.
El domingo.
Para ti, el día que todo termina;Para mí
DOMINGOcomo todos y cada uno de los días.