Existen grupos de activistas que, ya hace unos años, estaban alertando de esta situación de invasión. Como suele pasar en las películas, nadie les hizo caso : los rebeldes no fueron escuchados, las advertencias fueron omitidas y, al final, pasó lo que tenía que pasar.
Estoy escondida en mi casa, esperando que pase la noche y todo esto sea una pesadilla…O por lo menos, que ya no estén ahí fuera… Que se hayan ido de mi jardín… Las oigo reír a carcajadas. Pero son risas histéricas, de las malas … No he encendido la luz y estoy acurrucada en una esquina de mi salón, con el portátil en las rodillas….Me tranquiliza escribir y sentirme conectada al mundo …que espero que aún esté ahí fuera.
Esta mañana, he decidido aislarme. Protegerme de su furia. Ayer, tuve un encontronazo con una pareja de invasores exhibicionistas. Me increparon con frases picantes todo el camino hacia casa.
Me apresuré, sin atreverme a mirar más allá del suelo pero no pude evitar alzar la vista cuando oí aquel extraño siseo…Como la carne al rasgarse…
No ha sido una colonización rápida : las intrusas han estado trabajando sutilmente, año tras año… Te las encontrabas , ya a primeros de octubre, en plena campaña. No había tienda, comercio, supermercado, bar, guardería, colegio, universidad, peñas deportivas, clubs, gimnasios, etc., etc., dónde no se celebrara la fiesta de Halloween. A nadie le importaba ya que las tradiciones de nuestras vigilias de Todos los Santos , fueran menguando hasta convertirse en un recuerdo de otros tiempos, casi prehistóricos… Sin que nos diéramos cuenta, la noche del 31 de Octubre, las calabazas se apropiaban de las calles, los salones, las aulas, los escaparates, los hogares, las cocinas… Calabacitas simpáticas, con iluminación interior, que parecían inofensivas…Hasta que se sintieron seguras e hicieron emerger su verdadera naturaleza.
Mis vecinos , los pobres Señores Mínguez ( que Dios los tenga en su gloria), salieron al jardín, envalentonados , con un gran cargamento de castañas, moniatos y panellets. Emprendieron a castañazos contras las calabazas pero…
Hoy, las cosas han ido más allá…
Si una calabaza se come a su calabacita…
¿De qué más serán capaces?…