La noche de las difuntas

Por Arianne7
 Debido a una serie de sucesos que han ocurrido cerca de donde vivo, hoy no he dejado de pensar que hay un montón de familias llorando a sus hijas, sus sobrinas, sus nietas o sus primas. Hoy hay un montón de gente limpiando sepulturas, colocando ramos de flores y llorando a los que ya no están. Mañana también lo mismo. Son días para recordar a nuestros muertos, sobre todo a los que se fueron de manera injusta. Mujeres, por ejemplo,  que injustamente se han ido de este mundo a causa de la violencia que recibían por parte de sus maridos, novios o amigos. 
Es un hecho. En Hespañistán, como en el resto de occidente,  aún somos unos marulos de nuestro pueblo que en las profundidades de nuestro ser aún creemos que las mujeres DEBEMOS DE , que aquella es una puta por vestirse como le da la gana, que mira cómo habla.  No hay educación. Creo que a muchos lo que les gusta es gastar en vigilancia, en vez de educar. Solo tenemos que encender la tele para darnos cuenta, o abrir una revista y ver mujeres objeto publicitado motos o coches. No hay una política por parte del gobierno, ni siquiera en nuestras casas, que les enseñe a las chicas que pueden hacer las mismas cosas que los chicos, o a los chicos que a las mujeres no se les toca a no ser que ellas quieran. Aún nuestros padres, hijos de una generación más próxima, nos enseñan que el azul es de chico y el rosa es de chica, que a ver si me vas a salir marica por jugar a las cocinillas, o que esa caja de herramientas es para que jueguen los niños, no las niñas.

Empiezo a estar bastante harta. Yo creía que estas cosas ya estaban más que superadas, pero es que con mis propios ojos me ha tocado ver que esta realidad está más que viva, y que a pocos le importa. 
“ Vete a marruecos a flipar” 
No hay igualdad. Ni en occidente, ni en oriente, ni en Asia. Las mujeres estamos jodidas porque este mundo aún sigue siendo de los hombres. O eso creen. Por mucho que creamos que estamos al mismo nivel que están ellos, por mucho que un montón de gente lo repita, por mucho que el gobierno lo diga.
 Todavía nos queda mucho camino por recorrer, y mucho por demostrar. Es mentira. Este sistema sigue siendo igual de patriarcal y absurdo como siempre. Aún seguimos ganando menos, aún nos promocionan menos en los trabajos, aún la sociedad nos exige que debemos tirar de carros y carretas para ser mujeres bandera. Aún y cuando estemos denunciando que alguien nos maltrata, solo ponen el remedio cuando ya estamos muertas, porque la sociedad le exige más a una mujer.  Le exige que tenga profesión, pero no con la misma remuneración. Le exige que sea madre, pero ojito, es parir y volver a trabajar, que aquí a vagas no se mantienen. Le exige que además de trabajar una larga jornada tiene que compaginar las cosas de casa, porque ya se sabe que un hombre no se fija en esas cosas,  y al marido atendido, y a lo hijos bien educados. Una mujer debe ser también puta en la cama, señora en la mesa y dama en la calle. ¿ Y los hombres? ¿ Que tienen que ser y hacer ellos ?

Triste, tristísimo es que este comportamiento machista en muchas ocasiones viene de nosotras mismas. Porque somos las primeras en criticar a otra porque hace lo que le da lo que quiere, porque somos las primeras en machacar si algo no encaja con lo que debe ser, porque somos las primeras en acomodarnos con alguien porque tiene dinero, porque aguantamos situación tras situación por no salir de nuestra zona de confort, porque no solo hay que ser, sino parecer. Y parece que una mujer sin novio no es nadie, porque nadie la representa. ¿ tu también estás flipando, mujer moderna? Pues estas cosas aún siguen pasando en Hespañistán, tu puto país y ni tu ni yo hacemos nada. Porque una que se va con alguien mayor es una zorra, pero si lo hace un tío es un exigente que busca una mujer. Porque las canas nos hacen viejas pero a ellos interesantes, porque nos ponemos histéricas con la regla pero ellos tienen carácter. Porque ellos son unos máquinas si se acuestan con un montón de mujeres, pero nosotras somos unas putas, porque ya a los 35 se nos está pasando el arroz, pero ellos son solteros de oro, porque lo guay es cojonudo, pero lo chungo es un coñazo. 
No me da la gana. No me da la gana de aconsejarle a ninguna que se relaje ante nadie. No me da la gana de permitir que el gobierno y la religión se metan en mis entrañas, ni decidan por mi. No me da la gana de consentir que alguien llame puta a otra.  No me da la gana que utilicen mi condición de mujer para que hablen de mi haga lo que haga. No me da la gana de ser una princesa comedida, y no decir palabrotas, y vestirme como una dama. Simplemente no me da la gana. Yo quiero hacer lo que me salga del coño, así.
Porque justo cuando creemos que estas cosas estaban muertas y enterradas, las enterradas somos nosotras. Así que no me da la gana, y que me llamen feminazi si así lo desean, otra vez.