Angels Barceló acudió el otro día a Facebook y Twitter para contar qué estaba pasando a esa hora en Japón. Imagino que algún momento de su programa radiofónico tendría una conexión en directo con algún profesional desplazado al lugar del desastre y multitud de tertulianos y expertos en estudio. La Ser puede y debe permitírselo. A lo que voy es que los grandes medios empiezan no sólo a mirar, sino a saber el poder de las redes sociales a la hora de confeccionar eso tan complicado que es el relato de lo que está pasando.
Por eso no entiendo que haya personas en puestos de responsabilidad en algunos periódicos que presuman de no tener cuenta en Facebook o Twitter. Y por eso no comprendo que haya periodistas que reduzcan ambas redes sociales a lugares de cotilleo de poca utilidad. Y por eso tampoco comparto que los medios tradicionales pongan el foco en lo más anecdótico de las redes sociales, en su parte más superficial.
Siempre me habían dicho que los periodistas debemos ir detrás de la noticia y, cada vez más, la noticia puede estar en Facebook, Twitter o Youtube. ¿Mentiras? Claro…como en el cara a cara. ¿O nunca ha habido una fuente que sentada frente a nosotros nos la ha metido doblada? Por eso hay que saber seleccionar, leer, filtrar, valorar…justo lo que llevamos haciendo toda la vida. ¿Superficialidades? Cuantas veces nos hemos quejado de no tener espacio para un tema interesante porque debe ir “algo que lee la gente”.
¿Por qué entonces hay tanta resistencia a incorporar estas nuevas herramientas a nuestro ejercicio profesional?