Creo que no había leído nunca nada de literatura romántica, y la verdad es que me apetecía. Me apetecía leer una novela ligera, con un argumento fácil y a poder ser, utilizar muy poca materia gris en su lectura. Y he dado en el clavo. De lectura amena, es una historia que, aunque es predecible, pues pasas un buen rato.
A grandes rasgos, la historia es la siguiente: Douglas Sherbrooke, es el Duque de las tierras de Northcliffe y ya tiene treinta años. Entonces decide que necesita un heredero lo antes posible, y para eso, primero tiene que casarse. La elegida será Melisande, una joven tan guapa y delicada como rosa blanca con el rocío de una mañana de otoño. Pues bien, a Douglas le surge una misión ultra secreta y de gran importancia (aquí está la trama histórica) y debe marchar de incógnito a Francia para infiltrase en las tropas de Napoleón, y más concretamente, en la mansión de un general depravado el cual tiene prisionera al jefe inmediato de Douglas. Como el chico no puede casarse e ir a la misión a la vez, le entrega a su primo la potestad de que lo case con la preciosa Melisande por poderes. Una vez que Douglas vuelve a casa, lo que se encuentra dista mucho de lo que había imaginado (que era encontrar a la chica convertida en su esposa). Lo que se encuentra Douglas es que su primo se ha casado con Melisande y a él lo ha casado con la hermana pequeña, una tal Alexandra, una chica de 18 años peliroja y mucho carácter. Como os podéis imaginar, Douglas monta en cólera atónito de la locura de la situación. Pero como ya os dije, en esta novela hay amor, aunque al principio no empiece según lo esperado. Bueno hay amor y sexo, ese sexo que sólo hay en las películas y este tipo de novelas. Ese sexo lleno de fuerza y besos, sentimientos animales, gemidos y contorsiones imposibles provocadas por el placer... y cada vez ¿es más maravilloso que la anterior vez?
Ya tengo en mi poder la segunda novela titulada, La novia maliciosa. Pero antes de proceder a su lectura prefiero ponerme con cualquier otro libro, no vaya a ser que mis células grises se relajen demasiado...
Por cierto, en YouTube hay muchos audiolibros en inglés de la autora.