Título: La novia gitana.Autora: Carmen MolaEditorial: Alfaguara, 2018.Páginas: 408.
SINOPSIS.
«En Madrid se mata poco», le decía al joven subinspector Ángel Zárate su mentor en la policía; «pero cuando se mata, no tiene nada que envidiarle a ninguna ciudad del mundo», podría añadir la inspectora Elena Blanco, jefa de la Brigada de Análisis de Casos, un departamento creado para resolver los crímenes más complicados y abyectos.
Susana Macaya, de padre gitano pero educada como paya, desaparece tras su fiesta de despedida de soltera. El cadáver es encontrado dos días después en la Quinta de Vista Alegre del madrileño barrio de Carabanchel. Podría tratarse de un asesinato más, si no fuera por el hecho de que la víctima ha sido torturada siguiendo un ritual insólito y atroz, y de que su hermana Lara sufrió idéntica suerte siete años atrás, también en vísperas de su boda. El asesino de Lara cumple condena desde entonces, por lo que solo caben dos posibilidades: o alguien ha imitado sus métodos para matar a la hermana pequeña, o hay un inocente encarcelado.
Por eso el comisario Rentero ha decidido apartar a Zárate del caso y encargárselo a la veterana Blanco, una mujer peculiar y solitaria, amante de la grappa, el karaoke, los coches de coleccionista y las relaciones sexuales en todoterrenos. Una policía vulnerable, que se mantiene en el cuerpo para no olvidar que en su vida existe un caso pendiente, que no ha podido cerrar.
Investigar a una persona implica conocerla, descubrir sus secretos y contradicciones, su historia. En el caso de Lara y Susana, Elena Blanco debe asomarse a la vida de unos gitanos que han renunciado a sus costumbres para integrarse en la sociedad y a la de otros que no se lo perdonan, y levantar cada velo para descubrir quién pudo vengarse con tanta saña de ambas novias gitanas.
IMPRESIÓN PERSONAL.
Había leído muy buenas críticas sobre esta novela, a pesar de que en un principio, cuando se publicó, no me llamó en absoluto la atención. Sin embargo, he de reconocer que no sólo ha cumplido mis expectativas iniciales sino que además las ha superado con creces de tal modo que me ha quedado con las ganas de más y más novelas protagonizadas por Elena Blanco, responsable de la BAC (Brigada de Análisis de Casos). Es una novela que te envuelve desde el primer momento y no te suelta hasta que no llegas al final; una trama perfectamente entretejida, con nudos que desvían la atención pero perfectamente hilvanados y unos personajes a la medida de esa trama, perfectamente encajados en carácter y desenvoltura. La verdad es que he ido de la mano de la autora recorriendo el laberinto de la investigación, a la vez que sus vidas, costumbres, ideologías y mentalidades marcadas muchas veces por su racismo y su intolerancia al diferente, que cuando he llegado al final, algo más sosegado, no me ha sobrado nada por muchas prisas que yo tuviera en saber antes de tiempo.
Por otro lado, también me han llamado la atención los personajes aunque me haya encontrado con una Elena excesivamente estereotipada, de esas de película: acosada por un pasado desconocido, adicta a la grappa italiana (y eso que está malísima) y con unas costumbres sexuales un tanto peculiares. He intentado pensar a quien me recuerda (porque me recuerda a otro personaje), pero no he conseguido acordarme, pero lo cierto es que sólo con rememorar a alguien ya podéis imaginar que no es un personaje original para mi gusto y que, hombre o mujer, se da en más de una ocasión. También me ha gustado Zárate. Creo que ambos, en un futuro, espero que no muy lejano, pueden dar mucho juego si la autora piensa continuar con estos personajes como serie, algo que a mi personalmente me encantaría.
En definitiva, no dudo en recomendar esta novela a todos aquellos lectores que sean amantes de una buena novela negra y un buen thriller, bien armado, bien escrito y perfectamente hilvanado, sin florituras y con una coherencia que te deja helada a cada paso. A mi, personalmente, me ha encantado.