La novia gitana - carmen mola

Publicado el 03 septiembre 2018 por De Lector A Lector @deLectorALector

La novia gitana, de Carmen Mola, ha sido una de mis novelas de este verano (y con cuya portada me he llevado más de un susto en la playa!) y tenía programado leerla, lo que no tenía programado es que durara tan poco y es que cuando empiezas a leer no puedes parar. 

NUESTRA OPINIÓN....

La novia gitana tiene un comienzo brutal, de esos que según has leído veinte páginas ya sabes que la novela te va a gustar, que te va a durar poco y que más de una noche vas a dormir poco por su culpa ya que gracias a sus capítulos de un par de páginas es muy fácil caer en el "uno más y me duermo".
La historia está dividida en cinco partes que comienzan con un capítulo, cada una de ellas, que nada tiene que ver, aparentemente, con el resto de los que forman esa parte. El capítulo inicial de cada una de ellas nos habla de un niño encerrado en una habitación del que poco a poco iremos sabiendo un poco más así como iremos hilando qué es lo que tiene que ver esa historia con la principal. Todos los capítulos que conforman esa parte de esta historia se distinguen del resto por el uso de la cursiva pero además también hay mucha diferencia en la manera de narrar ya que para estas partes Carmen Mola utiliza una crudeza en las descripciones aterradora y angustiosa.
En cambio, la historia principal comienza con una despedida de soltera de una novia mitad gitana mitad paya que acaba con la novia muerta en la Quinta de Vistalegre mediante un método muy peculiar: le han hecho varias incisiones en la cabeza y le han introducido en ella gusanos. Sin embargo, lo curioso de este caso no solo es el método de asesinarla sino que siete años antes su hermana, Lara Macaya, había sido asesinada de la misma manera y su asesino, Miguel Vistas, está en la cárcel. ¿Es un imitador?¿Está en la cárcel el verdadero asesino?¿Ha sido un encargo? Todas estas cuestiones tendrán que ser resueltas por la BAC (Brigada de Análisis de Casos), una brigada de la que ni la misma policía tiene claro si existe o es una leyenda. 
Esta brigada está liderada por la inspectora Elena Blanco y su particular equipo: los agentes Chesca y Orduño quienes hacen las veces de poli bueno y poli malo y un tándem maravilloso en cuanto a sus caracteres, Mariajo, una hacker sexagenaria, Buendía, el forense que ama su trabajo y que tiene un humor peculiar, y Zárate, la última incorporación que tendrá que ganarse su puesto en la BAC.
Todos los personajes tienen su momento de protagonismo, todos son peculiares por algo que los hace cercanos ya que todos tenemos nuestras "manías" pero, sin duda, creo que es muy difícil olvidarse de Elena Blanco cuando la has conocido: una inspectora que sigue las normas a rajatabla, adicta a la grappa y a cantar canciones de Mina Mazzini en el karaoke y que elije a sus ligues por el modelo de coche. Además, poco a poco, iremos descubriendo que Elena vive atormentada por un suceso de su pasado que aún no ha superado y esa subtrama será la que subyace a lo largo de toda la novela y la que queda abierta para una continuación.
Mariajo también me ha ganado y es que tiene más de un frase que no tienes más remedio que releer, mucho sabe esta sexagenaria de la deep web y es que como ella misma dice, no entres solo por curiosidad porque cuando entras ya no puedes salir indemne.
En cuanto a la trama principal, Carmen Mola ha conseguido que cambie de sospechoso veinte veces a lo largo de toda la novela lanzando anzuelos, dándonos todos los datos para que estemos absolutamente seguros de que es alguien y volviéndolos a desmontar con un nuevo giro hasta llegar a un final en el que todas las piezas encajan a la perfección. 
Cuesta pensar que se trate de una autor/a novel ya que consigue mantener un ritmo trepidante a lo largo de toda la novela, mantener el interés en una subtrama que llega a su éxtasis al final de la novela y convirtiéndose en el punto principal de la que será la segunda parte y consiguiendo cerrar la novela que nos ocupa con un final redondo.
No quiero terminar sin destacar la cantidad de temas que se tratan en la novela y que se integran de manera natural en la investigación del caso: la homosexualidad, la cultura de la etnia gitana, la propagación de las noticias falsas en la red, el internet oscuro u oculto, los casos sin resolver o los que se intentan cerrar lo antes posible sin pruebas suficientes por la presión mediática, el alzheimer y todos los sentimientos que afloran en la novela: culpabilidad, respeto, protección, obsesión..., sin duda, en más de una ocasión, la novela te hace plantearte qué harías tú en su lugar.
Por último, decir que la novela está ambientada en Madrid y para los que somos de aquí es muy fácil reconocer muchos de los lugares de los que habla y situarte en ellos, más en una novela que es tan visual. 
En este caso, no tengo ni un solo pero para esta novela para la que solo tengo buenas palabras y mi más sincera recomendación y enhorabuena al autor o autora. Y un deseo: ojalá llegue pronto la la continuación.
FICHA DEL LIBROFRAGMENTO