Seguramente ninguno de los dos contendientes pensó en lanzar los misiles, salvo que las cosas se pusieran imposibles, y al final no se llegó a tanto y ambos cedieron. Pero durante unos días una parte de la población mundial estuvo aterrorizada.
En estos momentos y según algunos analistas, la situación es mucho peor que entonces, con grandes posibilidades de enfrentamiento.
La excusa es Siria. El gobierno useño u otros (algunos dicen que el Pentágono va por libre) quieren sustituir al presidente de Siria por no se sabe muy bien qué, representado por la oposición moderada, cuyo principal componente es el frente Al Nursa o como se llame ahora, fiel heredero de Alcaeda. Ya derrocaron a Gadafi y pensaban hacer lo mismo con Asad. Pero, para Rusia, Libia era indiferente, mientras que Siria no lo es ya que tienen las únicas bases rusas en el Mediterráneo. Perder esas bases supone el aislamiento.
Por otra parte, Occidente favoreció un golpe de estado en Ucrania, lo que provocó la secesión de dos provincias y la anexión de Crimea a Rusia y en todo este tiempo la OTAN ha desplegado tropas a lo largo de la frontera con Rusia y algunos aviones, entre ellos algunos españoles, en las repúblicas bálticas para protegerlas de las incursiones rusas.
En esto últimos meses la retórica se ha acelerado y civiles y militares useños están lanzando diatribas contra Rusia, que, analizadas serenamente, son bastante absurdas, pero a los medios adictos les sirve para atizar el fuego.
La postura rusa ha sido de silencio, más o menos, hasta que el presidente tuvo que decir el otro día que responderían con toda su fuerza. Y han planteado un simulacro para meter veinte millones de personas en los refugios.
No hace falta ser un genio de la guerra para entender que Rusia, China y los USA no se pueden invadir por el tamaño tan enorme del territorio o por la cantidad de población que hay, sin embargo la OTAN despliega unas pocas tropas en la frontera. Está claro que para provocar o amedrentar porque no son para invadir nada. Y como Rusia no se amedrenta, sólo queda la provocación.
Hace unos días, Estados Unidos probó una bomba antibunker. Es una bomba nuclear de poca potencia, lo justo para destruir un bunker. Por otra parte, se está imponiendo la doctrina que un ataque nuclear suficientemente rápido y efectivo, dejaría al otro sin posibilidad de respuesta y no serían necesarias demasiadas bombas, con lo que no habría destrucción del medio ambiente. Lo malo de los ataques es que no suelen salir como se planean.
La Sra Clinton está ansiosa de guerra y lo curioso es que no quieren la guerra para ganarla, cosa que saben es muy complicado, la quieren porque sí, porque al país le vendrá bien una guerra global. O al menos eso es lo que circula por la red.
Seguramente todo se trate de unas bravatas para justificar la producción de armamento y un intento de amedrentar a Rusia para quedarse con Siria, bastante rica en gas inexplotado y evitar que la Ruta de la Seda se consolide y parte del comercio entre Europa y China se haga por ferrocarril, en lugar de en barco, lo que daría ventaja a Rusia en detrimento de las potencias marítimas.
Pero mientras, están asustando al personal, porque siempre cabe la posibilidad que se produzca un accidente.
Seguramente habrán visto noticias sueltas en varios periódicos. Pueden consultar varios artículos en El robot pescador. Se trata de unir las noticias sueltas y llega uno a la conclusión que nos mandan psicópatas de libro y además locos como cabras.
vanlop