Revista Medio Ambiente

La "nueva especie de trucha", el paradigma de la gestión ambiental en Asturias

Por Davidalvarez
Estos días apareció en la prensa una noticia que confirma por enésima vez que en Asturias la falta de rigor en la gestión medioambiental, en este caso de los salmónidos, es la seña de identidad. Aparte de eso cada vez es más evidente la ignorancia supina que rodea a todas las actuaciones que se están llevando a cabo y la dejadez absoluta de la Administración asturiana, que ha puesto en manos de las asociaciones de pescadores el peso de esa gestión.
En el artículo al que me refiero, que es demencial de principio a fin, se vuelve a repetir el absurdo descubrimiento por parte de la Asociación Asturiana de Pesca de una nueva especie de trucha en un pequeño arroyo del concejo de Aller (Asturias), algo que ya se había comentado en 2009. Para confirmar el hallazgo se apoyaban en un argumento demoledor: las nuevas truchas "tienen una marca en la cabeza en forma de T y gran capacidad para mimetizarse con el entorno". Pero además, en ese artículo se dice que se están soltando estos peces sin control "por todos los cauces de la comunidad" después de haberlos criado en una piscifactoría, sin que aparentemente medie ningún estudio científico ni permiso para hacerlo. Y es más, que todos los individuos que se están soltando proceden de 30 parentales capturados en 2009.
Pero vayamos poco a poco.
Hablar de una nueva especie por el hecho de tener un aspecto físico diferente al resto demuestra un considerable desconocimiento de las nociones más básicas de biología, ya que una de las característica de todas las especies es la existencia de variabilidad entre individuos, un hecho que es fácil de confirmar solo con salir a la calle y observar a nuestros vecinos, y que por cierto ya había sido mencionado por Darwin en 1859 como una de las premisas en las que se sustenta su teoría de la evolución por selección natural:
1.- Existe variación entre los distintos individuos de una población para unas determinadas características2.- Esa variación es heredable, por lo que se transmite de padres a hijos3.- Existe un distinto éxito reproductivo para cada una de esas variantes individuales
En resumen, dentro de una misma especie no todos los individuos son iguales y la existencia de ciertas características en algunos de ellos puede contribuir a que tengan un mayor éxito, por lo que sus  probabilidad de sobrevivir y reproducirse, y por lo tanto de transmitir esas características a su descendencia, también serán mayores.
Por otra parte, dentro en una misma especie, dependiendo de las condiciones ambientales y debido a la heterogeneidad del hábitat, se originan fenómenos de adaptación local, o sea, que a lo largo de la evolución, los individuos que tienen unas características que les proporcionan mayores ventajas en un determinado ambiente también serán más exitosos. De esta forma, al cabo de un número determinado de generaciones, esa población presentará unas características particulares que no tendrán los individuos de otras poblaciones que hayan evolucionado bajo condiciones distintas y esto les proporcionará mayores ventajas en ese hábitat, pero también desventajas en otros hábitats con condiciones distintas.
En el caso de las truchas, los distintos ríos en los que viven presentan una gran variabilidad en sus características, tanto las relativas a las condiciones químicas del agua como a las propias características físicas del medio por el que discurren. El agua puede tener un pH bajo o alto según el sustrato que baña el río, también puede sufrir importantes variaciones diarias de temperatura o más moderadas, dependiendo de que el río fluya por una zona descubierta o por el interior de un bosque con una densa cobertura vegetal. Asimismo, las truchas pueden vivir en un tramo con una fuerte corriente y numerosas cascadas y rápidos o en un tramo medio donde el agua circula lentamente y sin sobresaltos, o incluso pueden vivir en un río con una alta densidad de depredadores o todo lo contrario. Todas estas características del medio condicionan el aspecto físico de los peces (longitud de las aletas, tamaño de la cabeza, coloración, etc.; Sánchez, 2015) su fisiología (Álvarez et al, 2006) o incluso su comportamiento (Álvarez & Metcalfe, 2007).
Se puede afirmar por tanto que la supuesta nueva especie de "trucha allerana" no es más que una población que como dicen los "descubridores" de la misma, vivía "confinada en un perdido arroyo de montaña", lo que sin duda favoreció la evolución de ciertas características singulares, pero que ni mucho menos son suficientes para separarla a nivel de especie del resto truchas de la especie Salmo trutta, ni siquiera a nivel de subespecie.
Sueltas sin permiso por todos los ríos de la comunidad
Lo realmente grave de todo este asunto no es la confusión entre una población y una especie, sino el hecho de que la Asociación Asturiana de Pesca haya decidido por su cuenta y riesgo repoblar varios ríos de Asturias con estos peces, ya que según ellos "ya se puede pescar en Villaviciosa, Gijón o Grado". La suelta de estos ejemplares en poblaciones que ya contaban con una población establecida y que como comentamos anteriormente, ya tenía "adaptaciones locales" propias para esos ríos en particular, para lo único que habrá servido es para diluir esas adaptaciones y conseguir unas truchas menos aptas para las condiciones particulares de esos ríos, ya que sin duda se reproducirán con los individuos locales al no haber ninguna barrera que lo impida por no tratarse de especies distintas.
Pero aún hay más, los responsables de estas sueltas comentan como motivo de orgullo que los 40.000 peces que se están soltando este año (a los que habrá que sumar los varios miles que se habrán soltado en años anteriores) proceden de tan solo 30 ejemplares capturados en 2009. De esta forma lo que se ha conseguido es incrementar la tasa de endogamia de los animales (ya bastante reducida por proceder de una población pequeña y relicta), incrementar los fenómenos de deriva génica y reducir la variabilidad genética de las truchas liberadas. 
La consecuencia de todo esto es que por el capricho de un colectivo, no solo no se contribuirá a la recuperación de las poblaciones locales de truchas, sino que se incrementarán los problemas que ya tienen por la sobreexplotación, la contaminación, o la degradación del hábitat, añadiendo uno nuevo, la consanguinidad y la pérdida de diversidad.  
¿Dónde está la Administración asturiana?
Ante las actuaciones llevadas a cabo por este colectivo de pescadores cabe preguntarse el papel que juega la Administración asturiana en todo esto. ¿Cómo se pueden permitir estas sueltas sin ningún tipo de respaldo científico? ¿Ha avalado la Administración estas actuaciones y en ese caso, qué criterio han seguido para permitirlas? ¿Es consciente la Administración del daño que pueden causar estas actuaciones a las poblaciones locales de truchas?
Trucha anestesiada, marcada y fotografiada para un estudio morfométrico en el que participamos varios investigadores de la Universidad de Oviedo. Posteriormente se liberaría para medir su crecimiento en el río.
No estaría mal recordar que la propia Consejería de Medio Ambiente y Medio Rural del Principado de Asturias ha financiado varios proyectos sobre morfometría de truchas (ej. "Identificación de unidades de manejo y conservación en salmónidos mediante técnicas de morfometría geométrica" en 2008) y que en la propia Universidad de Oviedo se han defendido varias tesis doctorales sobre ecología, morfometría, comportamiento y dinámica poblacional de la trucha común en los ríos asturianos (Álvarez, 2002; Cano, 2002; Sánchez, 2015) y se han publicado más de 20 artículos científicos sobre este tema. Resulta evidente que ni siquiera se han preocupado de consultar todos estos trabajos.
Toda esta rocambolesca historia confirma por una parte el absoluto desprecio de políticos y gestores por la ciencia y por otra parte el despropósito absoluto de la gestión de nuestro medio ambiente, donde dependiendo de quién se trate se permite que haga y deshaga a su antojo, mientras los responsables de supervisar y aprobar esas actuaciones miran hacia otro lado. 
Referencias- Álvarez, D (2002) Implicaciones del comportamiento individual y la fisiología en el ciclo de vida y la dinámica poblacional de la trucha común (Salmo trutta L.). Tesis Doctoral. Universidad de Oviedo.- Álvarez D, Cano JM & Nicieza AG (2006) Microgeographic variation in metabolic rate and energy storage of brown trout: countergradient selection or thermal sensitivity? Evolutionary Ecology 20: 345-363.- Álvarez D & Metcalfe NB (2007) The trade-off between catch-up growth and escape speed: variation between habitats in the cost of compensation. Oikos 116: 1144-1151.- Cano, JM (2002) Diferenciación de poblaciones de Trucha común (Salmo trutta L.) procedentes de ambientes térmicos contrastados. Tesis Doctoral. Universidad de Oviedo.- Darwin, C. R. (1859) On the origin of Species by means of Natural Selection, or the preservation of favoured races in the struggle of life. John Murray, Albermarle Street, London.- Sánchez, JR (2015) Disparidad morfológica, tasa metabólica y dispersión en poblaciones de montaña de Trucha común (Salmo trutta L.) Tesis Doctoral. Universidad de Oviedo. 

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