Éste cómic, obra maestra del tristemente fallecido Darwyn Cooke, es uno de los 10 o incluso 5 mejores cómics publicados por DC en los últimos veinte o treinta años, así de simple y de rotundo. La cantidad de personajes y conceptos, el mensaje de unidad y esperanza, la fuerza de las imágenes, todo convierte a esta obra en un clásico.
Sinopsis: tras la Segunda Gran Guerra los héroes clásicos (encabezados por la JSA, Sociedad de la Justicia de América) se ven obligados a retirarse o a actuar de forma oculta, debido a las sospechas y a la división surgidas por la caza de supuestos comunistas. La vieja frontera fue el Oeste, y en su conquista se puso en marcha toda la nación. La nueva frontera ha de ser ahora la reconquista de la unidad nacional, por encima de divisiones ideológicas, la búsqueda de un país más justo, que no discrimine a nadie. El concepto viene de un discurso de John Fitzgerald Kennedy. Los héroes (no sólo superhéroes, también soldados, astronautas, pilotos de combate) son la punta de lanza de ese movimiento que aspira a crear un mejor país. El combatir a un terrible enemigo común les ayudará a forjar esa unión. Es un cómic luminoso, idealista y hermoso, un brillante testimonio de esperanza. Aunque a veces uno se líe un poco ante la multitud de personajes, ese luminoso mensaje impera.