La obesidad infantil no es una enfermedad, es un trastorno de conducta, así se ha concluido en el 56º congreso de la Asociación Española de Psiquiatría del Niño y el Adolescente de Alicante. En muchas ocasiones se ha denominado a la obesidad como la epidemia del siglo XXI, se habla del problema y de cómo abordarlo para reducir sus índices, sin embargo, la realidad es que cada vez es mayor el número de niños obesos, actualmente las cifras muestran que hasta un 16% de los niños españoles con edades comprendidas entre los 6 y los 12 años son obesos.
Para los psicólogos y psiquiatras es necesario considerar que la obesidad infantil es un trastorno de conducta y piden poder actuar en la prevención y tratamiento de la obesidad infantil. Los especialistas matizan que no se trata de un problema psiquiátrico, es un problema conductual y los psiquiatras pueden ayudar a encauzar la conducta hacia un estilo de vida saludable modificando las actitudes y convertirlas en pautas y costumbres que alejarían a los pequeños del riesgo de sufrir obesidad infantil. Los psiquiatras declaran que si realmente se tratara de una enfermedad, los niños obesos deberían acudir a la consulta del pediatra para recibir tratamiento, algo que en la mayoría de los casos no ocurre.
Comer debe ser un hecho consciente e implica recibir educación para ello desde un principio y mantener una línea de trabajo constante. Como ya sabemos, desde hace tiempo muchos especialistas solicitan una asignatura de nutrición infantil en las escuelas, esto ayudaría en la labor de orientar a los niños hacia un estilo de vida saludable. Leemos en La Vanguardia que los psicólogos y psiquiatras quieren contribuir a reducir la obesidad infantil, pero en este engranaje para reducir su alto índice, falta la concienciación e implicación de todos los padres, así como los organismos de educación y sanidad. Son muchas las iniciativas que se llevan a cabo para reducir los índices de sobrepeso y obesidad infantil, a priori obtienen buenos resultados en zonas localizadas, pero no abarcan a todo el colectivo infantil y el aumento es mayor que los resultados favorables obtenidos.
El sobrepeso y la obesidad infantil no son enfermedades, es una forma de que los psiquiatras y psicólogos puedan participar en la solución del problema aportando su granito de arena. Al respecto, los psicólogos nos hablan del programa Etiobe, un programa informático que pretende combatir la obesidad infantil y en el que se conjugan las nuevas tecnologías y los métodos tradicionales terapéuticos para ello. El programa fue puesto en marcha en el año 2009 por el Hospital General de Valencia y ofrece una serie de ejercicios físicos a modo de juego frente a una pantalla, ideados para reducir el peso corporal, podíamos hacer una comparativa con algunos juegos de Wii. Los especialistas saben que una parte del problema está relacionada con la genética, pero en muchos casos son las pautas y hábitos de vida los condicionantes responsables de padecer sobrepeso y obesidad infantil.
Nos quedamos con estas palabras de los expertos, “El niño obeso necesita mucha ayuda para rechazar el bombardeo al que es sometido para que coma lo que no debe todo el rato. Las sociedades del primer mundo vivimos en un ambiente que promociona la obesidad, todo lo que rodea a los niños les induce a comer de más, a no controlar el acto de comer”.
Por cierto, los participantes en el congreso también han apostado por la intervención directa en los colegios, la prevención del sobrepeso y la obesidad se tiene que realizar también fuera de las consultas médicas. ¿Para cuándo una asignatura de nutrición y estilo de vida en las escuelas?
Foto | Leonid Mamchenkov
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La obesidad infantil no es una enfermedad