La obligación tributaria de información sobre activos en el extranjero, ese es el título del libro (que aún no he leído) de Esaú Alarcón, profesor de Derecho Financiero de la Universidad Abat Oliba CEU, además de abogado y miembro de la Sección de Derechos y Garantías y Práctica Tributaria de la AEDAF (Asociación Española de Asesores Fiscales). En ese libro dice algo que ya conté yo en este blog y que no parece escandalizar a mucha gente porque se comenta poco, pero que a mí me parece uno de los despropósitos más grandes de Hacienda en toda su historia. ¿Alguien recuerda mi artículo del año 2012 titulado: Tener bienes en el extranjero, igual a genocidio? La verdad es que no fue precisamente uno de los artículos más vistos o más comentados, a pesar de que la barbaridad que exponía era (y sigue siendo) muy gorda.
La obligación tributaria de información sobre activos en el extranjero y el vergonzoso modelo 720
La obligación tributaria de información sobre activos en el extranjero. Un libro que recomiendo aun no habiéndolo leído todavía
Sí, de eso se habla en el libro La obligación tributaria de información sobre activos en el extranjero, del modelo 720, ese que obliga a informar a Hacienda sobre los bienes en el extranjero y está relacionado con la atrocidad del concepto de NO PRESCRIPCIÓN, como si estuviéramos hablando de delitos de genocidio. Está claro que la NO PRESCRIPCIÓN es el sueño de todo inspector de Hacienda, ¿qué hay mejor que poder dirigirse a un contribuyente y pedirle documentación del siglo pasado para ver si le puede meter mano en algo que no pueda justificar? Dicen que los androides sueñan con ovejas eléctricas; yo digo que los señores de Hacienda sueñan con la abolición definitiva de la prescripción.
Con la entrada en vigor de la ley andorrana por la que Andorra se compromete a dar información sobre las cuentas de residentes españoles, el modelito 720 vuelve a ser la estrella.
El autor del libro La obligación tributaria de información sobre activos en el extranjero nos advierte de que las medidas de Montoro en estos asuntos son del todo inconstitucionales e ineficaces para la supuesta lucha contra el fraude fiscal.
Montoro y CIA decían que esta medida serviría para aflorar el dinero oculto. Recordemos que todo este invento se gestionó a raíz de la amnistía fiscal del 2012. Por aquel entonces se pretndía recaudar dos mil quinientos millones de euros y solo se consiguieron alrededor de mil. Por eso se sacaron de la chistera esta nueva obligación cuyo incumplimiento ocasionaba unas consecuencias nefastas sin precedentes. Por arte de birlibirloque Hacienda transformaba todo tipo de rendimientos que ya habían ganado la prescripción en renta tributable, o sea: imprescriptibilidad.
La intención del Gobierno (léase Hacienda) era asustar a esos contribuyentes para hacerlos pagar un peaje del tres por ciento y cubrir así el dinero que les faltaba en caja. Una ilegalidad en toda regla que ellos hicieron «legal» como tantas otras veces.
244 páginas
Tapa Dura
Sin portes
Solo 12 euros
La típica desinformación:
Hacienda juega con la envidia de la gente y con la desinformación, convirtiendo a todo aquel que no ha cumplimentado su modelo 720 teniendo bienes en el extranjero en un delincuente de guante blanco, y eso no tiene por qué ser así. Pero a Hacienda le conviene que la gente en general piense de ese modo, es uno de sus sistemas de aborregamiento que tan bien se le dan.
Inconstitucional:
Recordemos que el Tribunal Constitucional español y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea comparten opinión de que el régimen sancionador del 720 es aberrante, cosa que también acabó confirmando la Comisión Europea en un procedimiento de infracción. De esto también hablé hace tiempo aquí.
Ramón Cerdá