La observación del firmamento ha sido siempre una actividad innata del ser humano, aquella cúpula celeste que le envolvía despertó su curiosidad desde el principio de los tiempos; pese a ello la finalidad de dicha observación ha ido evolucionando con el paso de los años, desde la orientación o el uso religioso y espiritual inicial, hasta el uso científico y lúdico más actual, siendo este último el que está cada vez más en boga, al no ser una actividad necesariamente costosa.
Para observar el firmamento no hacen falta grandes despliegues, en un principio podemos observarlo a simple vista alejándonos de las zonas urbanas iluminadas, distinguiendo así los objetos celestes más importantes y buena parte de las constelaciones; si somos noveles en esta actividad, nos podemos ayudar de numerosas guías y mapas celestes disponibles en librerías y en Internet, también podemos instalar algunos programas específicos en nuestro smartphone, como Sky Map, SkEye o Mapa Estelar; que nos ayudarán a localizar dichos objetos de forma amena y sencilla.
Si esta actividad nos resulta gratificante podemos ir más allá y dedicarnos a observar aquellos objetos y detalles que no son visibles a simple vista, como los detalles lunares y planetarios, nebulosas y galaxias mediante el uso de un telescopio.
Existen una gran variedad de telescopios en el mercado, asequibles para todos los bolsillos; los más comunes son los telescopios reflectores, que utilizan exclusivamente lentes; y los telescopios refractores, que utilizan un espejo cóncavo en lugar de la lente del objetivo. Un parámetro importante a la hora de elegir el adecuado a nuestras necesidades es el diámetro de su lente objetivo, a mayor diámetro o apertura mayor nitidez y capacidad de visión tendremos; es recomendable seleccionar una apertura correcta para el tipo de telescopio que vamos a utilizar, lo fundamental será no bajar de los 100 mm de apertura en el caso de los reflectores ni de los 60 mm en el caso de los refractores. En www.airelibre.es pueden encontrar una gran selección de telescopios.
También es importante mantenerse informado de aquellos acontecimientos astronómicos puntuales, como eclipses solares y lunares, lluvias de estrellas o pasos de asteroides y cometas, para que nuestra observación del cielo sea cada noche un nuevo reto.
Y vosotros, ¿compartís este hobby?