La obsesión de lilith: no más violencia

Publicado el 24 diciembre 2011 por Daniela @lasdiosas
Aprendimos la Violencia contra la Mujeres textualmente
Marisol en su proceso terapéutico descubrió que “vivir violencia es vivir enjaulada”. Antes lo dijo Lagarde, antropóloga: “las mujeres estamos cautivas…”. Marisol, pobladora, nunca leyó a Lagarde, pero lo comprendió porque es su vivencia…
Este es un escrito recopilado gracias a mujeres consultantes en dos instancias de primera acogida a mujeres. Se inició en 2004…
El alfabeto de Ben Sirah, libro judío anterior al Talmud (año 1100 al 600 antes de Cristo) relata que la primera mujer de Adán no fue Eva sino Lilita o Lilth: "Dios creó a Lilita, la primera mujer, como había creado a Adán". Estaba hecha a imagen y semejanza de Elohim (palabra que procede de Eloha que significa diosa). Lilith o Lilita fue hecha con arcilla igual que Adán y no de una de sus costillas. Era hermosa y libre por lo que no quería yacer con Adán estando debajo: "¡Fuimos creados iguales y debemos hacerlo en posiciones iguales¡ ", le reclamó. Adán no aceptó y ella lo abandonó retirándose a una cueva del Mar Rojo. Adán entonces la acusó a Elohim, quien envió a tres ángeles (Senos, Sansenoy y Semangolef) para traérsela de vuelta a Adán. Estos ángeles la encontraron y la amenazaron con que si no regresaba a Adán, morirían cien de sus niñas demoníacas cada día, pero ella prefirió ese castigo a vivir con Adán y dijo que su venganza sería matar a los hijos de Adán.
En una versión del Toráh (texto ebreo sagrado) Lilith no parece ser humana, sino una bestia del Edén, la más parecida a Adán, que logra apabullarlo y demostrarle que ella es inteligente y poderosa, lo que Adán no puede soportar. En el libro Yalqut Reubeni (Libro antiguo babilónico) dice que “Adán y Lilith nunca encontraron la paz juntos, pues cuando él quería acostarse con ella, Lilith se negaba, considerando que la postura recostada que él exigía era ofensiva para ella. ¿Por qué he de recostarme debajo de ti? - preguntaba - Yo también fui hecha de polvo y, por consiguiente, soy tu igual". Adán permanece intransigente, entonces Lilith “invoca el nombre mágico de Dios, quien le da alas y ella se aleja, volando, del lado de Adán”.
En la Biblia, el Génesis I y II, que son historias separadas de la Creación, muestran incoherencias en el relato sobre Adán y Eva. El Génesis I (creado por la escuela Deuterónómica), dice: "Dios creó, pues, al hombre, a su imagen, conforme a la imagen de Dios lo creó, y los creó macho y hembra" (27-28), de lo que se deduce que los creó iguales, puesto que Dios no es considerado ni masculino ni femenino sino ambos a la vez (padre y madre). No tiene justificación entonces que el Génesis II vuelva al hombre que antes ya se había nombrado – Adán- y diga: "Y dijo el Señor Dios: 'No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle una ayuda semejante a él'" ( 2,18) ¿Qué pasó entonces con la mujer creada igual a Dios del Génesis I? ¿Es Lilith, la primera, que lo abandonó por machista?
Én la Biblia prácticamente no se hace mención a Lilith, excepto en Isaías 34,14 donde dice: "Los chacales se encontrarán con las hienas y el macho cabrío llamará a su compañero. Lilith morará allí tranquila y encontrará su lugar de reposo". Quizá la versión más famosa de esta Lilith cristiana es la de las pinturas de la Capilla Sixtina, de Miguel Ángel. En éstas, la supuesta Lilith es mostrada como mitad-mujer mitad-serpiente entregándole la manzana a Eva... O sea, la rebelde proponiéndole el conocimiento a la sometida.
En la mitología universal a Lilith se la asimila a diferentes divinidades y monstruos femeninos, a las lamias, similares a sirenas, que por lo demás viven en el mar (como Lilith en el Mar Rojo), atraen a los viajeros y los matan, también a las xanas, bellas mujeres que viven en los ríos, son bondadosas con aquellos que las ayudan, pero muy vengativas con los que invaden sus dominios. Otras asociaciones con Lilith, son la diablesa babilonia Lilu, la Diosa Madre celta y Hécate, la diosa de la brujería adorada por hechiceras sumerias que eran partidarias de colocarse encima en el acto sexual como se les ve en representaciones sumerias.
El cine serie B y los grandes éxitos de taquilla de terror se han dedicado a colocar a Lilith como la imagen de la mujer aparentemente bella, pero que se transforma en un peligroso monstruo que mata niños, que odia a las embarazadas e intenta convencer a los santos hombres de pecar. Desde allí se justifica en nuestras consciencias de Evas y Adanes, todo trato cruel contra ella, ya que generalmente en esas historias, se la vence persiguiéndola, quemándola, golpeándola y reduciéndola a polvo… Si bien es cierto ella vuelve a aparecer indomable desde hace 25 siglos.
Pareciera que la Violencia contra la Mujer no es otra cosa que una expresión de terror del Patriarcado hacia la Mujer, su cuerpo y los poderes que de ese cuerpo femenino se desprende, por ejemplo su capacidad de embarazarse, parir y criar, que no es más ni menos, que la capacidad de crear y procrear, de continuar o no con la humanidad. (De hecho varios autores que hablan sobre la Violencia que ellos llaman Intrafamiliar, señalan que el golpeador, por así llamarle puede “estar más proclive” a violentar a su pareja cuando ella está embarazada).
La obsesión de Lilith, al parecer fue la dignidad, por ella perdió pan y pedazo y quedó aislada y descalificada en el imaginario patriarcal. Así le respondió el Cristianismo a ella y en ella, a todas las mujeres, dedicándose a enseñar en sus libros y sus hechos la Violencia Contra las Mujeres. La Iglesia Católica cometió en la Edad Media el mayor Holocausto contra las mujeres: torturó hasta la muerte y quemó en la Hoguera entre 40 mil y 70 mil mujeres sólo en Europa, acusándolas de brujas.
  • Escrito Integro:
http://docs.google.com/Doc?id=dggvxhqd_494gg37w5cv
Por Victoria Aldunate Moralesvictoriamoralesaldunate@gmail.comLa Ciudad de las Diosas