Nos hemos creído que cualquiera puede gobernar una ciudad de cinco millones de habitantes, como si cualquiera pudiera dirigir una de las empresas del IBEX 35, y es posible que así sea, siempre que se limite a molestar e interferir lo menos posible y dejar hacer a los técnicos que tiene debajo; no obstante, si lo que se pretende es reinventar la pólvora a estas alturas, lo más probable es que acabemos todos chamuscados.
Nos hemos creído que cualquiera puede gobernar una ciudad de cinco millones de habitantes, como si cualquiera pudiera dirigir una de las empresas del IBEX 35, y es posible que así sea, siempre que se limite a molestar e interferir lo menos posible y dejar hacer a los técnicos que tiene debajo; no obstante, si lo que se pretende es reinventar la pólvora a estas alturas, lo más probable es que acabemos todos chamuscados.