La diosa Atenea
La diosa Atenea era ojizarca por sus ojos azules
A Ulises ayuda cuando él se lo pide
También le castiga por celos de este
La diosa Atenea cubre de niebla la huída de Ulises
Otras veces, celosa, ayuda y castiga
Le quita un problema y le mete en otro mucho mayor.
Tal es la devoción de Ulises por su diosa amada que cuando llega a su Itaca descubre que está más enamorado de su protectora Atenea que de Penélope, su mujer.
La madre de su hijo que ha esperado paciente defendiendo un rino exhausto y en amenaza de múltiples buitres que acechan pensando que Ulises no va a volver.
Es la gran desgracia de “La Odisea” Ulises termina enamorado de alguien fuera del alcance de sus posibilidades, una diosa.
Gasta todas sus energías en volver a un reino que ya no es su reino.
Penélope ha tenido mil pretendientes pero está enamorada de Ulises. Del Ulises que se fue, no del que vuelve. Un guerrero que ya no siente amor por ella.
Un Ulises enamorado de los dos luceros azules que le han guiado en su vuelta a casa.
¿Tragedia? ¿Poesía? ¿Narrativa?
¡Qué más da! Una de las historias más bellas y más tristes jamás escritas.
Por Adolfo Caparrós Gómez de Mercado