La Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó hoy la Convención sobre el Trabajo Doméstico, el primer instrumento jurídico internacional en la historia que protege a esta categoría de empleados y les garantiza condiciones decentes.
La norma ofrece a los trabajadores domésticos el derecho al sueldo mínimo nacional, a la seguridad social y a un descanso mínimo semanal, entre otras mejoras.
Esta nueva convención fue adoptada en una votación en la que participaron representantes de gobiernos, de sindicatos y de patronales, en virtud del carácter tripartito de esa agencia de Naciones Unidas.
Según las reglas de la OIT, el voto de los delegados gubernamentales cuenta por dos, y el de trabajadores y empleadores por uno en cada caso.
La emoción invadió la gigantesca sala de conferencias de la ONU en Ginebra, donde los representantes sindicales de los empleados domésticos saltaron de sus asientos y aplaudieron durante un largo rato al escuchar el resultado de la votación.
A pesar del amplio respaldo que esta nueva norma recibió, varios gobiernos expresaron minutos después ciertas reservas -incluso algunos que votaron a favor- y anunciaron que será difícil que la ratifiquen.
Explicaron que es previsible que encuentren dificultades para incorporar sus enunciados en sus legislaciones nacionales, en tanto que otros manifestaron su desacuerdo con algunos puntos.
Los delegados de los gobiernos de Suiza, Canadá, Holanda y Estados Unidos pidieron la palabra para expresar su complacencia por la aprobación de la convención, pero adelantaron que tendrán que analizar las condiciones de ratificación y que es probable que encuentren obstáculos de orden técnico.
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