La operación del rey

Publicado el 24 septiembre 2013 por Jordi Martinez Aznar
Esta tarde leo por Internet que hoy operaban al rey Juan Carlos I. No es fácil imaginarse que la operación será seguida por numerosos medios de buena parte del mundo. Durante estos últimos días leo que será la quinta operación a la que se somete nuestro monarca en el último año y medio. Tengo que reconocer que ya ni me acordaba de la operación, lo cual indica el grado de importancia que tenía para mí este hecho. A ver, no es que desee nada mal para el jefe del Estado, pero me importa más la salud de un familiar que la del monarca. En estos últimos minutos, a raíz de acordarme de la dichosa operación, he dedicado unos pocos minutos a leer algunos artículos sobre el tema. Si no todos, una buena parte de lo que he leído no eran, como podría esperarse, demasiado buenos con el monarca. Hace unos días, tras conocerse que el jefe del estado iba a tenerse que operarse de nuevo, comenzó a hablarse de la posibilidad de una abdicación real. Al jefe de la casa real, Rafal Spottorno, le faltó tiempo para salir a decir que "el rey no se ha planteado en ningún momento la abdicación". En otras palabras, que se sigue la tradición legendaria española de que aquí no dimite ni Dios. Ya puede estar todo lo cascado que se quiera, que no deja el puesto ni con agua caliente.
Y es que, en el fondo, debe ser difícil dejar el cargo. Si tienes alguna enfermedad o accidente, tienes para ti a los mejores médicos. Si quiere ir a un lugar de vacaciones, tiene los mejores hoteles, además de un buen avión a su disposición. Todo el mundo te ríe los chistes, supongo que algunos porque les haga gracia real (ya me disculparán el chiste fácil) y otros por mero peloteo. Y lo más importante de todo: Eres un irresponsable. Literal. Así lo dice la Constitución, cuyo artículo 56, punto 3, dice:
La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65.2.
Normal que ni te plantees abdicar. Quizás recuerdas aquella frase que sentencia "el rey ha muerto. Larga vida al rey!!!". Vamos, que igual cree que el cargo de monarca es como el de Papa, que lo tienes hasta que te vas al otro barrio, en este caso al otro católico barrio, que para eso es el monarca de un país católico romano y porque nació en Roma, y la Santa Iglesia Católica y Romana le pilla de cerca desde su nacimiento.
Personalmente no me considero una persona demasiado monárquica. Le reconozco los servicios prestados al país en momentos puntuales como durante la Transición y durante el golpe de estado del 23F, pero creo que 75 años ya son muchos años para cualquiera, y si este cualquiera es el jefe de un estado, pues más a mi favor. Y eso que no hablo de todas las operaciones de las que se ha tenido que ser intervenido durante estos últimos años. Y es que, entre la edad y las citadas operaciones, uno se pregunta hasta qué punto el rey Juan Carlos I está en condiciones físicas de llevar a cabo sus responsabilidades como jefe del Estado. Ya en todas las apariciones suyas que he visto por televisión durante estos últimos meses le he visto bastante mal de cara, amén del bastón que tiene que utilizar en sus últimas apariciones.
Yo soy de los que piensa, al igual que otros muchos, que lo mejor que debería hacer es retirarse. Nosotros, como pueblo, le agradeceríamos los servicios prestados y adiós muy buenas. Vamos, como ha hecho el Papa Benedicto XVI, y no es otra cosa que dejar paso a otro más joven, aunque en el caso del Sumo Pontífice dejó el puesto a uno apenas 7 años más joven y de 78 añicos... Al menos en el caso del rey dejará paso a alguien más de 30 años más joven y con más vitalidad para hacerse cargo de un cargo tan importante como es el de la jefatura del estado, además de tener muchos más años por delante y, por supuesto, mucha mejor salud. Alguno me dirá que si no lo hace por responsabilidad hacia los españoles, pero mucho me temo que será por algo más. Y es que ya conocéis el dicho: "Piensa mal y acertarás...".