La “Operación salida”: Es retorno a la vida perdida

Publicado el 06 abril 2015 por Águeda Lorena García González @aguedlgg

El fenómeno "operación salida" existe. No es una leyenda urbana, no es un mito, no es sólo un término inventado por la DGT para referirse al número de desplazamientos que se producen en fechas señaladas... Para mí la "operación salida" se convirtió en retorno a la vida perdida.

La "operación retorno" es una expresión que suena mal, suena casi peor que un en la puerta de una Iglesia. A nadie le gusta hablar de ella. Porque implica kilómetros de retenciones, jet lag, o la vuelta a la monotonía. Por el contrario, "la operación salida" nos pilla a todos con ganas, con fuerza y con buenas perspectivas. Aunque conlleve caravanas kilométricas, salimos huyendo en estampida.

Y yo me incluyo en la estadística de esas personas que huyen, que quieren escapar y desconectar de la vida cotidiana... Por eso me fui a casa de "papá y mamá", símbolo de protección por excelencia, pues la familia es el refugio que uno busca aunque no la valoremos cuando la tenemos cerca.

Aunque "la operación salida" se convirtió en para la Rubita. Porque lo que se dice volver... La Rubita volvía.

Volvía a casa con la terrible sensación de haber dado marcha a atrás... Como si los últimos 13 años de mi vida fueran un sueño que yo imaginé y en realidad volvía a ser la misma chica que nunca había salido de su pueblo y mucho menos se había ido de esa casa para formar una familia.

Abrí los cajones de mi cuarto y allí seguían... Todos y cada uno de los diarios que escribí a lo largo de mi vida. Lo que he vivido no me lo he inventado porque claro, tengo pruebas irrefutables que evidencian que una vez fui querida.

Sabía que no era buena idea, que no me iba a sentar bien, que no merecía la pena leer ni una sola línea, pero lo hice. Lo hice para sentir que fue real y no producto de una mente adolescente... ¿De verdad existieron estos últimos años de mi vida?

Abrí uno de los diarios aleatoriamente y sí, allí estaba. Estaba escrito con de "punta fina" y el tiempo no ha borrado ni una letra, allí estaba la confirmación de aquella relación, de aquellos "te quiero" y de aquellas sonrisas...

Y sí, nos conocimos tal y como lo recordaba, me conquistó tal y como yo tenía en mi mente y me quiso tal y como yo le quería... No fue un sueño Rubita, un día, hace mucho, mucho tiempo sí te quería.Hace mucho tiempo sí te llevó de viaje a sitios increíbles, sí que se sentía orgulloso de tenerte y celoso alguna vez de aquellos que te dedicaban miradas furtivas...

Lo bueno de releer aquello que has escrito hace 13 años es que o estabas loca o en realidad sentías aquello que escribías... Y ahora con tantos años de distancia me doy cuenta (jamás lo había dudado) de cuánto le quería.

Lo que para algunos es "operación salida" cargada de planes e ilusiones, para mí se convierte a mi pesar, en "operación retorno " a la vida perdida.

Yo no puedo alegrarme de volver a lugares que sólo me recuerdan que ya no está en mi vida... Hasta el viaje en coche se convierte en un infierno, en una penitencia, en un retiro espiritual en el que piensas y repiensas...

Las 6 horas de viaje conduciendo sola, nadie con quién hablar ni que conduzca por ti en cuanto llegues a la próxima gasolinera y confirmando en cada km que recorres, que falta, que no está y por desgracia...ni se le espera (¿o sí?)

Y mientras estás parada en medio de la nada, tratando de huir pero parada en una caravana, miras alrededor y ves a los demás conductores y te fijas:Familias que viajan dispuestas a disfrutar de sol y playa, la típica pandilla de amigos riendo y bailando en el asiento trasero, deseando llegar a su destino... La parejita, que aprovecha los minutos de parada en la autopista para besarse, para mirarse, para reírse, para quererse....

Mientras, tú levantas la cabeza deseando que la imagen que te muestre el espejo retrovisor sea menos bonita, menos familiar, menos romántica o menos divertida.

Pues no Rubita... Todos los coches que te rodean y que están parados junto a ti reflejan otra historia diferente a la tuya. Y miro el reloj... Meto primera (parece que esto avanza...3km en 15 minutos...guau) y empiezo a acelerar lentamente para llegar a " nosedonde" pero sí sé con quién ya no...

Y me fumo un cigarro para disfrutar del paisaje que me brinda eso de estar parada en la autopista, miro una y otra vez el asiento del copiloto: Mi bolso, mi chaqueta, mi tabaco... Pero no hay nadie, no hay nada. Tan sólo yo conmigo misma.

Quiero llegar de una vez, quiero bajarme del coche, quiero dejar atrás los pensamientos que me desconcentran y que me desmotivan. Y recuerdo las veces que me dormía en el asiento mientras el conducía...

Los viajes que para algunos se convierten en motivo de alegría a mí me dan pereza, no me gustan, no les veo el lado positivo... Y ya no sé si "volver" a casa de mis padres es algo bueno o sólo un recordatorio de la vida anterior que yo tenía, de los momentos que viví y que ahora vuelvo sola como si nunca hubiese existido tal vida.

Quizás lo bueno, dada la situación, es que por primera vez soy yo la que "conduce" mi propia vida.