La diputada Patricia Bullrich, acompañada por sus pares Sergio Bergman, Laura Alonso, Pablo Tonelli, Cornelia Schmidt Liermann y Gisela Scaglia (todos de Unión PRO) intentarán derogar en el Congreso la ley Nº 26.929 de impuesto sobre los automotores llamados "de alta gama" con precios superiores a 170 mil pesos.
"Es evidente la existencia de graves y negativas consecuencias generadas por la ley mencionada, que se traducen en pérdidas de puestos laborales genuinos en la industria automotriz y su correlato en la industria autopartista como así también en concesionarios y ha generado un cuadro similar en la industria de las motos", argumentó la legisladora.
Y agregó: "Este impuesto, lejos de recaudar los 200 millones de pesos presupuestados al momento de su sanción, se ha convertido en un factor de regresión industrial y de aumento del cuadro recesivo que se observa en nuestro país, afectando a más de 170 mil trabajadores de la industria automotriz, que ya registra como es de público conocimiento despidos y suspensiones, como así también en los más de 16 mil trabajadores en la industria de moto vehículos"
En la misma sintonía se expresó el diputado del Frente Renovador y secretario del gremio de Sanidad, Héctor Daer, declaró que "la caída en producción, ventas y puestos de trabajo de la industria automotor dejó claro que el impuesto creado a fines del 2013 con la finalidad de corregir la venta de vehículos que venían del exterior a un dólar muy barato, fue una mala idea".
Es por ello que el legislador anticipó que el próximo lunes presentará una iniciativa en el Congreso para "eliminar totalmente el impuesto que se generó con la última reforma tributaria".
Lo cierto es que desde el Gobierno negaron cambios en el tributo a vehículos de lujo y lo vincularon a la estrategia oficial para mantener las reservas.