La oración es una expresión natural

Por Inevitability

La oración brota espontáneamente en los que permanecen en Jesús. La oración es la efusión natural de un alma en comunión con Él. Como la hoja y el fruto brotan de la rama de la vid, sin esfuerzo consciente, porque están unidos al tallo, así también la oración brota, florece y fructifica en las almas que permanecen en Cristo. Como brillan las estrellas, así oran. No se dicen a sí mismas: “es hora de dedicarnos a la tarea de orar”. No; oran como los hombres prudentes comen, a saber, cuando les sobreviene el hambre. No claman como si estuvieras bajo opresión: “Debería estar orando, pero no siento el deseo. ¡que fastidioso es esto!”. Tienen que hacer un encargo agradable ante el propiciatorio y se alegran de ir allá. Los corazones que moran en Cristo proyectan súplicas súplicas como los fuegos lanzan llamas y chispas. Las almas que moran en Jesús comienzan el día en oración; la oración las envuelve como el aire, durante todo el día; por la noche se quedan dormidas orando. Pueden decir gozosas: “Despierto, y aun estoy contigo”.

-Charles Spurgeon en el libro “El poder de la oración en la vida del creyente”.