Argumento
Un año después, Isabel empieza a desarrollar un segundo poder además del de la curación: las visiones. Matt, su hermano mayor, se ha convertido en aprendiz de Ethan pero, a diferencia de ella, sus poderes no surgen por más que lo intente. Rochelle, la ex de Matt que estuvo con la Orden del Caos, ahora pertenece a la Guardia, aunque ninguno termina de fiarse de ella. Y en cuanto a Ethan, su mayor preocupación sigue siendo su madre, que no termina de superar la muerte de Sera y está cada vez peor. Así están las cosas cuando asignan una misión a Isabel, que en esta ocasión irá acompañada de Arkarian: deben proteger a una niña llamada Charlotte. Lo que ninguno imagina es que la propia Lathenia se presentará ante ellos y, aunque logran salir de allí gracias a los poderes de Arkarian, dejando a la pequeña con vida, al regresar a la Ciudadela, son atacados por unos seres que consiguen secuestrarlo. Isabel está decidida a salvarle aunque tenga que oponerse a toda la Guardia y pagar las consecuencias a su regreso.ReseñaQuizás ha sido que, después del chasco que fue la relectura del primero, Los elegidos, mis expectativas con el libro eran más bajas, pero me ha gustado más que el anterior. Le sigo viendo defectos muy similares pero reconozco que me ha enganchado un poco más, sobre todo en su último tercio.
Para empezar cabe decir que la narrativa sigue siendo usando la primera persona en presente y no termina de convencerme. Sigo pensando, como en el anterior, que al libro le falta un pulido por una editora y/o un cambio en la forma de narrar. Lo curioso y original que le suma puntos es que, aunque seguimos teniendo dos voces narradoras, Arkarian sustituye a Ethan y objetivamente el poderoso miembro de la Guardia que no envejece es más interesante que el joven con el drama familiar. Aún así, me temo que la autora no supo meterse en un personaje tan potente, ni por razonamiento de alguien que ha vivido tanto, ni por forma de expresarse. De todos modos, pasándose la mayor parte del libro secuestrado, diría que los capítulos que él se lleva son menos numerosos, claro que no he hecho un recuento. Isabel lleva la voz cantante casi todo el tiempo y es una protagonista femenina con muchas virtudes como su fuerza y determinación.
Otro detalle no muy positivo es que, a pesar de ser una historia que versa sobre guardianes del tiempo que viajan al pasado en misiones que tienen por objetivo evitar que se altere la Historia, apenas hay un par de estos viajes. En cambio, los protagonistas, para salvar a Arkarian, acaban viajando a un mundo oscuro lleno de elementos fantásticos de lo más interesantes. Supongo que una cosa compensa la otra y hay que reconocerle a la autora una gran inventiva en muchos de los detalles que mete.
También, siguiendo lo que dije en la reseña del anterior, un punto positivo es que el tema romántico no se desarrolla de acuerdo a lo que se esperaba. Veo muy bien que los protagonistas de aquel, Etahn e Isabel, sean buenos amigos y que sus sentimientos románticos vayan por otras personas.
Una virtud indudable es que el ritmo es endiablado y no paran de suceder cosas. Apenas se detiene un poco la acción en unos contados capítulos en que los protagonistas deben pasar por el instituto pero son los menos y, casi todos, para justificar la aparición de Neriah, un personaje que seguro que tendrá su importancia en el siguiente libro. Aunque no son muchos los viajes en el tiempo, son todos interesantes y también hay que contar con las interacciones con los líderes de la Guardia.
Creo que si la autora se lo hubiese tomado con más calma y, en vez de una trilogía (ampliada muy a posteriori), hubiese hecho una saga larga en que los hechos van más lentos permitiéndonos profundizar en los personajes y conocer más de este maravilloso mundo que imagina, habría ganado. Y es que la mayor pega que le sigo viendo es lo planos y anodinos que resultan los personajes. Les falta vida. Algo. Les pasan muchas cosas en muy poco tiempo y no atisbamos nada de lo que sienten.