La Segunda Guerra Mundial, ese conflicto que arrasó Europa entre 1939 y 1945, dejó una marca difícil de cicatrizar en la humanidad y de la cual debe aprender.
Pero como en toda contienda, los soldados y civiles continúan haciendo cosas cotidianas o buscan evadirse en el mismo frente con todo aquello que no haga pensar en la guerra.
Carlos Albalate Sánchez