En 1928 una irlandesa llega a Madrid para trabajar en la fábrica de General Motors. Rica, culta y muy viajada pronto se da cuenta de las carencias de la ciudad. Entre otras, la necesidad de un lugar donde las damas pudieran acudir a tomar el té con pastas al más puro estilo inglés. En Madrid las meriendas nada tenían que ver con la sofisticación a la que ella estaba acostumbrada, las mujeres eran serias y encorsetadas pero tampoco disponían de lugares para encontrarse y charlar. Margaret Kearney-Taylor convenció a unos amigos para abrir con ella Embassy. (El nombre escogido por ella misma era el de su exclusivo Club en Londres)
A partir de entonces y gracias a la exquisitez y exigencia de Margaret, Embassy se convirtió en icono culinario de nuestra capital. Recetas de todo el mundo y un impecable servicio convirtió al salón de té en un referente entre la aristocracia y la alta sociedad. Un clásico que aún hoy conserva su esencia de calidad y glamour.
Según los datos de la Cruz Roja más de 30.000 personas consiguieron salvar su vida gracias a Embassy, al servicio británico, al Dr Martínez Alonso y a Dña Margaret Kearney-Taylor.
Calidad humana ante todo
Esta es parte de la historia del Madrid de El Tiempo entre Costuras que pudimos escuchar por boca del jefe de sala de Embassy durante nuestra visita cultural por iniciativa de María de Cuenca y su Arte al Instante, mientras disfrutábamos de un delicioso té con pastas…
Arte al Instante organiza rutas culturales por nuestra ciudad, rutas tradicionales pero también alternativas como la ruta que nos ocupa de El Tiempo entre Costuras o la de los Tejados de Madrid.
Sin duda una gran y muy interesante idea.