La otra mecanógrafa

Publicado el 08 agosto 2014 por Elpajaroverde
No he podido evitarlo, la protagonista de esta novela me resulta antipática, sobre todo en los primeros capítulos. Para más inri el libro está escrito en primera persona, vamos, que es ella la que nos cuenta su historia. Espero que no seáis de los que os dejáis llevar por la primera impresión, pajaritos. No me gustaría que por este primer juicio que hago desistierais de seguir leyendo esta reseña, mucho menos que no le dierais una oportunidad a la novela. Así que voy a intentar explicaros a Rose Baker, protagonista de "La otra mecanógrafa", primera novela de Suzanne Rindell.

Portada de La otra mecanógrafa

Lo primero que tenemos que tener en cuenta si queremos entender a Rose es que la trama de esta novela está ambientada en los llamados locos años 20, es decir, hace casi un siglo, y aunque muchas mujeres empezaron a 'liberarse' (por decirlo así) en esa década, desde luego no es el caso de nuestra señorita Baker. Rose es una de esas personas de recia moral, tan encantada y pagada con sus estrictos valores que es incapaz de mostrar indulgencia con aquellos que no siguen sus rígidas normas. Si a esto añadimos que su vida ha carecido de cualquier atisbo de afecto y que esa mal entendida moral es heredera de una severa educación, tal vez nosotros sí podamos ser un poquito flexibles y comprender que Rose abraza sus inexpugnables normas como única constante en su vida que le ayuda a paliar su soledad.
Así es Rose Baker pero, ¿cómo es su vida? Rose divide sus días entre la pensión en la que comparte habitación con otra huésped y su trabajo. Trabaja como mecanógrafa en la comisaría del distrito Lower East Side de Nueva York. Sus jefes son un sargento de policía al que idolatra por ser el parangón de todo su ideario y un teniente al que no tolera por no ajustarse a su estricto código. Recientemente se ha instaurado una ley que prohíbe la producción y venta de bebidas alcohólicas, la conocida como ley seca, de modo que el trabajo en la comisaría empieza a acumularse. Para descongestionar las tareas administrativas se decide contratar a otra mecanógrafa. Así es como irrumpe en la comisaría y en la vida de Rose, Odalie Lazare, la otra mecanógrafa.

Fotografía de Katya Alagich

Odalie es todo lo contrario a Rose. Si esta pasa desapercibida en cualquier lugar la primera acapara la atención de los presentes vaya a donde vaya. Además parece tener un encanto oculto para conseguir en todo momento y de toda persona lo que quiere. Nadie puede resistírsele, ni siquiera Rose, a pesar de que no hay nadie más alejado del código de valores de nuestra mojigata mecanógrafa que esta mujer de licencioso comportamiento de la que corren oscuros rumores sobre su vida y su pasado.

Fotografía de Katya Alagich

A partir de este momento Rose se verá arrastrada por Odalie (y nosotros tras ellas) por un Nueva York hasta entonces desconocido por ella. Descubrirá un mundo de lujo y glamour que la seducirá pero también la cara oculta, prohibida y peligrosa de la ciudad. Esa otra cara que bulle y palpita ajena a los ojos de la gente de 'buena voluntad' como Rose Baker, que a esas horas ya deberían estar cerrados vencidos por el sueño. Sin duda es esta una de las bazas fuertes de esta novela, pajaritos, la magnífica ambientación y recreación que Suzanne Rindell realiza de una ciudad y de unos años que ya son míticos. No es que abunde y acierte en las descripciones, sino que crea una atmósfera que nos traslada allí. Tampoco. Más bien trae a nosotros esas calles de Nueva York, las lujosas habitaciones de hotel, los locales clandestinos y sus locuras; y esa comisaría, con sus mesas, sus máquinas de escribir, sus teléfonos, su sala de interrogatorios, sus despachos; y qué me decís del vestuario, esos hombres con traje y sombrero, y las mujeres, pulcramente vestidas de día y con sus atrevidos vestidos de fiesta en la noche. Si yo tuviera la mitad del talento narrativo de Suzanne Rindell, apostaría a que ahora mismo estarían pasando por vuestra mente estas escenas como si de una película se tratara. Y os aseguraría también, pajaritos, que os sucedería como a mí, que empecé esta novela como si viera un filme en color y la acabé como una película en blanco y negro. No en vano son estos los colores de las buenas producciones del buen cine negro.

La ley seca. Fotografía de Guillermo Moratalla.

El otro punto fuerte es el juego psicológico que se instaura entre Rose y Odalie. Rose no puede sustraerse al magnetismo de su compañera de trabajo y ahora también de locuras que la manipula a su antojo. O no sabe. O incluso a veces pienso que no quiere. Vale que Rose tiene poca experiencia vital y es nula en cuanto a competencias sociales se refiere, pero tampoco es ninguna ingenua y mucho menos tonta. Podemos disculpar en un principio que se deje encandilar por Odalie basándonos en su existencia hasta ahora gris. Podemos comprender su entrega absoluta como contrapunto a su vacío afectivo. Lo que ya escapa a cualquier mente sana es verla asistir inmutable a ese perverso círculo que se estrecha a su alrededor y que será su perdición. Esta es la historia de Rose, su historia. Y ese 'su' cobra mayor significado puesto que es ella quien la cuenta. Es lo que ella ha visto, ha sentido y cómo lo ha vivido. No puedo evitar preguntarme cómo hubiera sido esta novela si Rindell hubiera elegido a Odalie como narradora. No tengo ni idea. Sería interesante saberlo. De lo que si estoy segura es de que sería una historia completamente diferente.
Asistimos con "La otra mecanógrafa" a un thriller psicológico en estado puro, a una novela negra que recuerda al mejor cine negro de antaño, a los grandes clásicos. Clásica, sí, pero no por ello conocida, predecible, sino con un desarrollo y un desenlace que aunque sabemos desde un principio (como Rose) que nos conduce al desastre, no sabemos adónde nos dirige. Tendremos que también dejarnos embaucar. Y eso, hablando de ficción, claro está, siempre es de agradecer.

Maltese falcon. Fotografía de Independentman.

Ficha del libro
Título: La otra mecanógrafa
Autor: Suzanne Rindell
Editorial: Lumen
Año de publicación: 2013
Nº de páginas: 384

Más sobre la otra mecanógrafa


Con todo lo que os he comentado de esta novela no os extrañará que ya haya intención de llevarla al cine. Su protagonista será ni más ni menos que Keira Knightley.
Os dejo el booktrailer de la novela.

Y el próximo viernes... vamos a sufrir con el vuelo de la próxima semana. Un triangulo amoroso peligroso y una época difícil para vivirlo. Amor, odio, venganza y remordimiento, una crítica a una sociedad y unos hechos que nunca debieron producirse, y un desenlace estremecedor, es lo que nos ofrece Javier Lorenzo en "El error azul".