Cuando hablamos de una pareja nos referimos a dos personas diferentes que, si bien se complementan, tiene gustos distintos, intereses variados, pensamientos opuestos, etc. Por esta razón es que la paciencia no puede faltar. Sobre todo porque la ausencia o la pérdida de esta cualidad acarrea numerosos problemas e inconvenientes.
Para que puedas contar con este atributo en tu relación y ponerlo en práctica de manera exitosa,en esta nota te presentamos diferentes trucos. La idea es que aprendas a relajarte y a llevar adelante tu situación de pareja de una forma más sana.
Secretos para manejar la paciencia
Evalúate
Como todo aspecto personal que se desea cambiar, lo principal es realizarse una auto evaluación. En este caso consiste en pensar cómo sueles expresar tus pensamientos, tu capacidad para escuchar y comprender a los demás y cuánto tiempo tardas en ponerte nervioso durante una discusión. A partir de allí, la idea es que busques la manera de dar a conocer tus pensamientos de manera más paciente y que ejercites tu capacidad de escucha. Si rápidamente te exasperas y bloqueas tu mente a los aportes de los demás, difícilmente podrás ser paciente.
Parte de la evaluación es también pensar en cuáles son aquellas situaciones que te hacen saltar los nervios. La mejor manera de cambiar esa actitud es pensar cómo te gustaría que te trataran a ti en esos contextos, e intentar actuar de la misma manera.
Además, es bueno que pienses cómo te sientes luego de esos momentos en que pierdes la paciencia, y en cómo te gustaría sentirte. Verás que la sensación que experimentas es desagradable, lo que te incentivará a querer modificar tu actitud rápidamente.
Respira
Cuando sientas que estás por perder la paciencia, nada mejor que tener preparadas una serie de frases o palabras a modo de mantras para repetírtelas. La idea es que estas te recuerden que puedes conseguir el mismo objetivo actuando de manera calma , así como cuán desagradable se torna la situación cada vez que pierdes la paciencia. Verás que serán de mucha ayuda para lograr calma.
Por otro lado, en una situación donde se mantiene la calma es mucho más sencillo que las personas se comuniquen. Ya anteriormente te hemos señalado que el perder la paciencia va acompañado de un bloqueo mental que te impide comprender verdaderamente al otro y llevar adelante la conversación.
Analiza la situación
Luego de trabajar en ti mismo, es bueno que también reflexiones sobre la relación en su conjunto. Con esto nos referimos a que debes estudiar cuáles son los puntos débiles y fuertes tuyos y de tu pareja. Esto ayudará a que sepas en qué ocasiones debes ser más paciente y a valorar a tu compañero/a en esos momentos de disgusto. Nuevamente el secreto es saber pensar cómo te gusta ser tratado por tus defectos, para así poder actuar de esa misma manera con los demás.
Por otro lado, es importarte también analizar el nivel de ego de ambos. Hay que ser consciente de que una pareja está conformada por dos personas y que por esa razón no es bueno que una busque tener el control. Tu punto de vista es sólo una parte de la ecuación, y debes intentar acoplarlo con el de tu cónyugue.
Lleva controles
Una buena manera de ver si estás avanzando o no en tu tarea de ganar paciencia es llevar controles de la misma. Esto puede hacerse a través de un diario en el cual escribas sobre todos aquellos momentos en que te sientes impaciente. Las notas deben ser claras para que luego sepas concretamente cuándo te es necesario aplicar más paciencia. El tomar conciencia de esas situaciones y de cuándo sientes ansiedad, serán claves para mejorar.
Evita influencias externas
A veces la falta de paciencia se debe al estrés que se genera en otros ámbitos, como el familiar o el laboral. Evalúa conscientemente si es así porque tu pareja no se merece ser el receptáculo de los problemas que tienes en otros campos. Puedes hablar con él/ella al respecto para que te consuele y aconseje, pero nunca maltratarle bajo la escusa de que estás pasando por un mal momento que nada tiene que ver con la relación.
Tal vez parezca una tarea muy complicada incrementar la paciencia, pero con ánimo y voluntad todo cambio es posible. Como principal motivación para llevar adelante esta tarea, te recomendamos que pienses en los inmensos beneficios que la paciencia puede traer no sólo a tu vida de pareja, sino también a tu salud emocional en general.
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