Adaptación de un libro de relatos cortos de David Foster Wallace. Guión y dirección de John Krasinski (Jim en The Office). Seleccionada en el festival de Sundance. Tres actores de The Good Wife, dos de The Wire, Will Arnett, Rashida Jones, Chris Messina, Timothy Hutton...
Todas las sentencias anteriores hacen referencia a la película Brief Interviews with Hideous People y son buenos incentivos para lo que parece una obra interesante. Pero, después de unos minutos viéndola, a uno ya le queda claro que le espera poco menos de una hora y media de aburrimiento. Poco menos de hora y media de monólogos largos y situaciones extremadamente teatrales. Si me preguntasen de qué va la película tendría dificultades para responder. Más fácil sería explicar la historia. Y más corto también: no hay historia. Tan sólo una chica que hace un doctorado y hace entrevistas a una serie de hombres para averiguar cómo les ha afectado el feminismo. Algo así.
A partir de ahí se suceden en la pantalla toda una serie de personajes que hablan a cámara y cuentan sus historias, que son de lo más variado. Desde el cara dura que tiene la fórmula ideal para que le dejen sus novias cuando él quiere cortar hasta el señor negro traumatizado porque su padre trabajaba en unos servicios de un hotel. Por entre medias, el discurso acalorado de un joven alumno de la protagonista en el que defiende los aspectos positivos de una violación. Y al final, el monólogo de John Krasinski explicándole a la protagonista que la dejó porque una hippie con la que se lió le contó una anécdota trascendental. Todo ello con un montaje muy moderno y muy cool. Algo así.
Lo mejor, que es corta. Y que los actores son muy buenos y saben interpretar. Y el acompañamiento de la banda sonora jazzística en algún momento. Y el señor que cuando se corre grita "¡Victory for the democratic forces!". O algo así.