Una vez conseguido hacerse con los principales centros de poder económico y financiero durante el s. XIX y principios del XX, la sociedad de aquella época (grandes imperios, una alta aristocracia que acaparaba tierras y riquezas, etc.) ya no servía a los intereses de los Illuminatis, hacía falta instaurar un nuevo modelo social y económico.
Fieles a su lema de que "lo Viejo ha de ser destruido por el caos y el terror para que nazca lo Nuevo", consiguieron ese cambio con la I y II Guerras Mundiales, intercaladas por una crisis económica inducida, el crack de 1929. Comparen la estructura social de 1914 con la de 1950 y años posteriores.
Por primera vez, grandes masas de población tuvieron un fácil acceso a empleos remunerados que les permitieron un mejor nivel de vida: alimentación asegurada, acceso a un sistema de salud y pensiones para la vejez, vacaciones pagadas, una educación de alto nivel, una vivienda media dotada de notable confort (lavadora, frigorífico, televisor, etc.), coche/carro particular, etc. Es decir, la sociedad de consumo que hemos conocido hasta ahora.
Este nuevo modelo económico-social tiene un elevado precio: la mejor calidad de vida de la población ha hecho que su número se dispare. Según la ONU, en 1950 éramos 2.600 millones, en 1987, 5.000 millones, en 1999, 6.000 millones, en la actualidad, somos unos 7.700 millones y se espera que alcancemos los 9.700 millones en el 2050. Por otro lado, el extraordinario desarrollo industrial que se produjo, fabricando millones de productos para una amplia población con capacidad para comprarlos, ha traído como consecuencia el agotamiento de los recursos naturales (minerales, petróleo, etc.), la contaminación del medio ambiente y el cambio climático.
El cambio climático conlleva una alteración de los flujos de calor en los océanos y en la atmósfera, provocando frecuentes olas de calor extremas, cambios en la distribución de la lluvia, con la secuela de sequías y lluvias intensas, que perjudicarán la obtención de alimentos básicos, lo que traerá el desplazamiento de gigantescas masas de población en busca de sustento. Por otro lado, la actividad industrial tendrá que sufrir un descenso drástico, por los factores antes señalados, con el consiguiente gran aumento del número de desempleados.
A dónde conduciría este modelo económico-social, ya lo sabían los Illuminatis en la década de 1970. En 1973, el Club de Roma encargó al prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que desarrollara un modelo predictivo de sustentabilidad de la incipiente sociedad de consumo que empezaba a desarrollarse. El encargado de hacerlo fue Jay Forrester, pionero de la computación que empleó la novedosa técnica de Análisis de Sistemas y el computador más potente de esa época, ubicado en Australia. El resultado predicho por el modelo fue que la civilización colapsaría en el 2040-2050. El canal televisivo ABC News Australia emitió un vídeo donde explicaba las conclusiones de este modelo, vídeo que pueden ver a continuación. Observen que en este vídeo ya se hablaba, en 1973, de que las naciones no podrían resolver solas estos graves problemas, por lo que sería necesario crear alguna estructura supranacional.
A la misma conclusión llegaba en junio de 2019 el informe publicado por Centro Nacional de Restauración del Clima Breakthrough con sede en Melbourne, Australia, donde describe para esa fecha un escenario que incluye 20 días de calor letal al año, ecosistemas colapsados y 1.000 millones de personas desplazadas.
Si los Illuminati sabían lo que iba a pasar, ¿por qué siguieron adelante? Por la necesidad urgente de desarrollar tecnologías (robotización, digitalización, I.A., etc,) que les permitieran eliminar el factor humano como medio principal de producción y poder controlar totalmente a la población que les fuera necesaria. De esta manera, podrán implantar un eterno Nuevo Orden Mundial sin problemas.
Hoy en día, volvemos a 1914, nuestro sistema socio-económico actual ya no da más de sí y es necesario destruirlo para que surja otro nuevo. Este cambio comenzó ya con la crisis económica artificial del 2008, ha proseguido con la del Covid-19, también provocada, cuya dañina componente económica no se ha visto todavía en toda su magnitud, y seguirá con otras acciones que veremos a corto plazo.
A diferencia de antes, en la nueva sociedad Illuminati no estaremos todos, para ellos sobra población y medios de producción. Todo será mucho más reducido, con un personal seleccionado según sus intereses y bajo su control absoluto. Miren a China si quieren ver cómo será la sociedad del futuro.
Creo que este es el momento de releer las Piedras de Georgia.
Saludos
H.R.
(Texto escrito por Horacio Restrepo como comentario para la anterior entrada y que por lo extensa, junto a lo muy interesante y bien escrita, optamos por dejar como entrada)
Vídeo: Computer predicts the end of civilization (1973)_ES.mp4.
Los subtítulos en español son de Horacio Restrepo.
Resolución: HD
Duración: 10:27 m.
Tamaño: 127 MB
Link descarga vídeo: MEGA