Ya me imagino su reacción, se negarán a negociar, me dirán que tiene que estar toda la fachada del mismo color, que para pintar el edificio lo tendrían que votar todos los vecinos de la comunidad...
Me voy a negar en rotundo, les voy a decir que el 15 de enero, digan lo que digan tanto la comunidad, como el ayuntamiento, yo mi fachada la pinto de verde, que ejerzo mi derecho a decidir y que además se va a hacer una votación, pero nada de votar todos los vecinos, ellos no viven en mi casa, por lo que se votará únicamente en mi casa.
Ya lo tengo todo maquinado, no voy a poner un mínimo de participación, también podrán votar los menores de edad (tengo un niño de 2 años y una niña de 5 que dirán que si, porque les he dicho que el verde es más bonito, que mola más y que serán la envidia del barrio). Mi mujer dice que ella pasa de votar, que no está para tonterías y que hay que hacer lo que decida la comunidad. Será facha la tía esta ¡FASCISTA!.
Además podrá votar mi hermano, ya que trabaja aquí y puede subir a mi casa cuando quiera. Como le he prometido un aumento de sueldo (que no pienso cumplir) votará que si.
También podrán votar unos colegas míos que vienen a mi casa de vez en cuando, a los que les he prometido cervezas de marca y jamón ibérico si apoyan mi decisión. Luego les pondré cerveza del DIA y patatas fritas como siempre, en el mejor de los casos.
A la comunidad les diré que o me dejan hacerlo o dejaré de pagar la comunidad.
Por supuesto, los votos los contaré yo mismo, con lo que entre mi voto, el de mis dos niños, mi hermano y mis 5 amigos suman 150 votos a favor y una abstención de la facha de mi mujer, que precisamente es la única nacida aquí.