Cuando Laky propuso desde Libros que hay que leerla lectura conjunta de ‘La papeleta en blanco’ (Almudena Navarro), no me lo pensé dos veces. Leí el argumento y me convenció, lo primero por la época en la que se desarrolla la historia (II República) y segundo porque es una historia familiar, de mujeres.
Las sensaciones que me ha despertado este libro han sido contradictorias. Por un lado le pondría una nota altísima por el argumento pero al igual que en la natación sincronizada, la técnica también importa y en eso, ‘La papeleta en blanco, no ha cumplido mis expectativas.
Enriqueta es la matriarca de una rica familia de Las Mesas (Cuenca). Ella ha sido la que ha trabajado duro para crear una fábrica de harina y tener todo lo que ha conseguido. Quizá por ello tiene el carácter que tiene, logrando el respeto de todo el pueblo, eso sí, es un respeto por temor, por miedo a sus represalias. Milagros y Rocío son sus dos únicas hijas. Milagros, la mayor, tiene una ligera deficiencia que no la permite ser del todo dependiente. Sin embargo Rocío, pese a que es la pequeña, tiene claro lo que necesita para ser feliz: dinero y un apuesto marido para dar envidia a todo el pueblo y parte de Madrid. Pese al intento por casarse la primera, Enriqueta decide que hasta que Milagros no contraiga matrimonio, Rocío tampoco lo hará. Pese a que la pequeña de las hermanas se cree que es para fastidiar, lo cierto es que su madre tiene planes más ambiciosos… Al no tener hijos varones, Enriqueta decide buscar al hijo de su prima Felicidad. A pesar de que nunca se han llevado bien por la herencia y la finca de Las Mesas, Felicidad accede a que Enrique acuda a la casa y escuche lo que su prima tiene que contarle. A pesar de las dudas iniciales, Enrique accede a casarse con Milagros. A cambio, la finca de Las Mesas será suya cuando Enriqueta fallezca.
Con todos estos cambios, Rocío no se puede quedar atrás y busca desesperadamente un marido para por fin poder irse de casa, lejos de su asfixiante madre. Mientras Enriqueta y Milagros preparan la boda, Rocío encuentra a Leopoldo, un apuesto joven que le hará sucumbir a sus encantos a la primera de cambio. Eso sí, Leopoldo a lo que sucumbirá es al dinero de la familia de la chica por lo que el romance no se hace esperar. Así, en los primeros años de la II República, las dos muchachas se casan y Enriqueta parece por fin feliz teniendo todo controlado… O eso es lo que ella creía.
El paradigma social y político del país comienza a cambiar y la tensión se empieza a mascar no solo en las calles, también en la vida de Enriqueta. Milagros enseguida se queda embarazada pero su marido, lejos de quedarse con ella y vivir su embarazo, vive en Madrid. Se incorpora en política con la CEDA y es en la capital donde conoce a Rosa, una mujer que será su amante durante años. Mientras tanto, Rocío es incapaz de quedarse embarazada y comienza a tener problemas de liquidez. Leopoldo tampoco es buen marido y cuando el dinero empieza a fallar, no se lo piensa dos veces y la abandona.Enriqueta parece que no quiere darse cuenta de los problemas que tienen sus hijas y eso hace que todo desemboque en una tragedia familiar que, al igual que sucedió en política, cambiará irremediablemente su destino.
Almudena Navarro se estrena en la literatura con esta novela que engancha y atrapa aunque la nota final no sea del todo redonda.
Como he comentado al inicio de la reseña, ‘La papeleta en blanco’ tiene un gran argumento aunque, lamentablemente, lo empañan los errores ortográficos que son frecuentes en la narración. La falta de acentos y, en ocasiones, el uso de mayúsculas y minúsculas “sin coherencia”, son los dos elementos que hacen que salgamos de una lectura envolvente para fijarnos, cada vez más, en estos fallos. Es una pena que esto ocurra porque el argumento merece mucho la pena. A través de la coyuntura social, pero sobre todo política, nos vamos metiendo en la casa de Enriqueta para ser testigo de sus decisiones y cómo influye en el propio destino de sus dos hijas.
Fundamental me parece el personaje de Rocío, más que el de Milagros. Creo que Milagros pasa circunstancialmente por la narración, es decir, Milagros existe porque Enrique se tiene que casar con ella. Una vez casados es Enrique en quien se centra la atención narrativa de la pareja porque dentro de la casa de Enriqueta, es él quien representa el ambiente político que se respira en Madrid.
Como decía, creo que la gran protagonista de esta historia es Rocío. Siempre se ha sentido sola y la menos querida por sus padres, sobre todo por Enriqueta. La envidia que siente durante toda la novela se debe a estos motivos. No soporta ver como Milagros evoluciona, pese a su deficiencia, y ella sigue estancada pensando en con quién se va a casar o en el próximo modelo de vestido que se va a comprar. Todo esto al final le pasa factura y veremos a una Rocío rota por dolor y sumida en una depresión que nadie quiere ver.
El carácter de las hijas lo va forjando una madre dominante, a la que la gente teme y que a base de golpes inesperados, tendrá que aprender que el respeto no se obtiene inculcando miedo, tal y como hace con su hija menor.
En definitiva, ‘La papeleta en blanco’ es una buena novela en lo que se refiere a argumento y personajes, pero que falla en el estilo ortográfico. Estoy convencida que con alguna corrección más, Almudena Navarro va a triunfar con este libro que nos enseña que en la España de los años treinta, las mujeres también existieron. 6/10.