Cuando la industria comenzó a usar sistemas robotizados, los procesos más complicados, precisos o pesados comenzaron a prescindir de mano de obra humana. En principio, analizando la situación desde un punto de vista optimista, se podría vislumbrar una sociedad desarrollada con un nivel de vida más elevado y donde el trabajo más duro sería realizado por máquinas, reservando el ocio y esparcimiento para los humanos. Aldous Huxley coqueteó con esta idea en su obra un mundo feliz, donde el trabajo vendría ser algo así como un entretenimiento, por no ser necesario el esfuerzo humano en su utópica sociedad.
La Oficina de Inventos está atestada de planes para implantar métodos de reducción y ahorro de trabajo. Miles de ellos. —Mustafá hizo un amplio ademán—. ¿Por qué no los ponemos en obra? Por el bien de los trabajadores; sería una crueldad atormentarles con más horas de asueto. Lo mismo ocurre con la agricultura. Si quisiéramos, podríamos producir sintéticamente todos los comestibles. Pero no queremos. Preferimos mantener a un tercio de la población a base de lo que producen los campos. Por su propio bien, porque ocupa más tiempo extraer productos comestibles del campo que de una fábrica.
Sin embargo, el sistema capitalista está lejos del concepto social puesto en valor por Huxley: En el siglo XXI las empresas mandan, y algunas más que muchos gobiernos. Y no se les podrá forzar a que su producción sea redistribuida ente la población, pues su objetivo, legítimo por otra parte, es el lucro. En busca de ese lucro indagarán en las acciones que le permitan rentabilizar su actividad y la robotización en un factor decisivo para conseguir este objetivo. A fin de cuentas, tras una inversión inicial, el trabajador cibernético es más preciso y efectivo, no descansa, no se pone enfermo y no se queja. En algunos casos, los robots pueden ayudar a profesionales cualificados, como podría ser un cirujano en un delicada operación o un piloto de avión que se deja ayudar por el sistema de navegación automático de su aeronave.
alfonsovazquez.comciberantropólogo