A pesar de sentir que todo es unilateral, ella lleva años dándole vueltas a la idea de casarse con él y el momento de lanzarse parece que ha llegado. Tras una revisión rutinaria al cumplir 35 años, su médico, Jeremy Lyon, el ex de su hermana pequeña Faith, procede a informarle de que, si se plantea tener hijos en un futuro, debe empezar a tener en cuenta que a partir de esa edad las probabilidades de complicaciones van aumentando a medida que cumpla años. Aunque intenta tranquilizarla, Honor interpreta este aviso como la señal para dar el paso. El resultado es verse rechazada de plano tras una comparación ridícula e insultante. Hace de tripas corazón y procura disimular como si sólo hubiese sido una idea tonta que había tenido sin pensar demasiado.
Honor va a llorarle sus penas a Dana, su mejor amiga desde hace cinco años. Lo que menos se puede imaginar es que Brogan la llamara unas semanas después para quedar con ella. En vez de con arrepentimiento y diciendo que su idea era maravillosa, la sorprende con que Dana, presente también en la taberna donde han quedado, es ahora su prometida. Incluso lleva el anillo de compromiso que Honor le había descrito con el deseo de que Brogan se lo pusiese un día. La calmada Honor pierde los papeles por primera vez en su vida teniendo una buena pelea con esa víbora traidora.
El espectáculo lo presencia Tom Barlow, profesor de ingeniería de Manchester que se ha mudado al pueblo siguiendo a su "hijastro no oficial". Tom iba a casarse con su madre, pero falleció en un accidente. Tras la pérdida de la madre. con un padre ausente y unos abuelos que no les quedó más remedio que soportar esa carga sin mucho interés, el adorable niño al que quería como un hijo se había convertido en un adolescente enfadado con el mundo, aunque con motivos sobrados. Claro que eso le incluye a él. De todos modos, su problema más acuciante es que la universidad de cuarta categoría en la que da clases no le puede renovar, así que perderá su permiso de trabajo y, con ello, la posibilidad de seguir en el país y cuidar a ese pobre chico.
Su tía Candace es una de las pocas personas de las que despedirse antes de regresar al Reino Unido. Ésta le sale con una idea en apariencia disparatada: ¿por qué no se casa con una estadounidense? Eso le permitiría quedarse. Para ello tiene una magnífica candidata, la nieta de una amiga: Honor Holland. Cuando la ve, la reconoce, es la mujer de la pelea en el bar. Reseña A Honor la conocimos como hermana mayor de Faith, la más seria, la que llevaba toda la gestión, administración y marketing de los viñedos Blue Heron. Tan volcada estaba en el trabajo que parecía no tener vida más allá de eso. Incluso seguía viviendo en la casa familiar. La que nunca había exteriorizado sus sentimientos se vio de repente rechazada por el hombre que amaba, traicionada por su mejor amiga, humillada y avergonzada. Sumado a esto, el aviso de Jeremy. La autora refleja muy bien esa presión que se nos impone a las mujeres de la maternidad, los plazos, el "se te pasa el arroz". Es horrible porque no es sólo la presión externa, sino la que una se pone encima al entrar en la espiral de angustia vital.Por otro lado, tenemos sobre la mesa una versión moderna de lo que sería un matrimonio de conveniencia. Honor quiere a alguien a su lado con quien formar una familia y con su inexperiencia para ligar así como las pocas opciones que hay en un pueblo tan pequeño, Tom parece la mejor opción a la vista. Por parte de él, claro, tendría el permiso para quedarse en el país por Charlie. Claro que todo esto sería fraude y puede tener consecuencias tan graves como prisión y multa para una y deportación para el otro. Además, claro, del engaño a sus seres queridos. Hay pros y contras que deben valorar.
En cuanto a Charlie, si la adolescencia es mala de por sí, con sus circunstancias es horrible, así que es normal cómo se cierra en banda y suelta comentarios hirientes a Tom por más que él le quiera. Me ha parecido una subtrama muy triste y realista. Si por algo se puede redimir el protagonista por sus momentos de idiota es por no tirar la toalla con el chico.Por otro lado, siguiendo con la subtrama sobre la búsqueda de pareja para el padre del libro anterior, aquí el Sr. Holland encuentra a la mujer adecuada que es una que lleva años cerca de él. Es un romance poco romántico pero, en realidad, muy bonito. Además reaparece la pareja anterior, Faith y Levi, y tienen sus escenas dulces.El libro tiene momentos de humor, quizás menos que el anterior, pero ahí están. Uno de los gags recurrentes es que le da voz a los óvulos de Honor, que están deseosos de tener marcha. No voy a negar que resulta muy raro y que da algo de grima. También, al igual que el anterior, hay un perro que aporta alguna escena cómica. En este caso, Spike, una perrita enana adoptada por Honor, no se lleva precisamente bien con Tom. Si en el anterior, Faith debería castrar a Blue, aquí Honor debería llevarla a un adiestrador. Siguen las peleas de los abuelos, la vida sexual desatada de Pru, la hermana mayor, y otros tantos momentos más, pero diría que el tono humorístico está más moderado aquí.Hay un punto negativo a destacar y es que resulta raro que la tía de Tom, Candace, que es la que pone en marcha la relación entre ellos, no reaparece en el resto del libro. Habría tenido sentido dedicar unas pocas páginas a que Honor la conociese, quizás llevando con ellos a su abuela. Habría dado para alguna escena cómica y tierna y quizás de recuerdos de las ancianas y el libro habría quedado mejor cerrado.Como con el anterior libro, he sonreído y he soltado alguna lagrimita, aunque me ha llegado un poco menos y eso que me he sentido más identificada con la protagonista. Lectura entretenida y ligera con algunos momentazos por los que merece la pena, pero menos memorable.