Revista Sociedad

La participación del varón en el trabajo doméstico – Desigualdad de género

Publicado el 22 mayo 2014 por Ssociologos @ssociologos

En la sociedad actual española sigue existiendo desigualdad en el reparto del trabajo doméstico por género. Se podría esperar un cambio en el comportamiento del varón sobre todo estimulado por la participación que hoy en día tiene la mujer en el trabajo remunerado extradoméstico.

Sin embargo vemos que ni el varón se involucra en las tareas domésticas como la mujer, ni ésta participa en el mercado laboral plenamente (en comparación con los hombres y con las mujeres de otros países europeos).

El principal interés de la tesis mencionada fue estudiar la relación que tiene el varón español con las tareas domésticas, y se hizo a través del tiempo que los hombres gastan en ellas. La herramienta que se utilizó fue la Encuesta de Empleo del Tiempo española de 2009-10, facilitada por el INE[2]. Y los resultados encontrados: una baja participación en comparación con las mujeres. Y una concentración de esta participación masculina según edades y situaciones de convivencia muy concretas.

Participación varones Participación mujeres en tareas domésticas

Se estudiaron 8 tareas: preparación de comidas, fregar la vajilla, limpieza de la vivienda, colada, planchado, compras, cuidado de niños y cuidado de adultos. Y se calculó que un 63% de los varones entrevistados habían realizado alguna tarea relacionada con el hogar y habían gastado 1 hora y 30 minutos de media. En cambio las mujeres habían utilizado 3 horas y 30 minutos al día en estas tareas y además eran un 89%.

Son los varones de entre 26 y 35 años que viven en pareja y con hijos los más participativos. Sin embargo este aumento de la participación respecto a otros grupos de hombres se debe exclusivamente a la aparición de tareas relacionadas con el cuidado de los niños y no a una mayor dedicación al hogar en general. Situación que es completamente distinta en las mujeres, pues aumentan su carga de trabajo en todas las tareas cuando tienen hijos.

Además no se espera un cambio a corto o medio plazo por la diferencia de participación entre niños y niñas (39%-63%) de entre 10 y 15 años. Sin duda, este dato revela una educación sexista. Además, las cifras participativas de los varones adultos que viven en casa de los padres también son escasas. Estos varones al ser adultos deberían tener la iniciativa de participar en estas labores, sin embargo, no es así.

Entonces, si los varones dedican poco tiempo a los trabajos domésticos ¿en qué ocupan su tiempo? Pues se ha podido comprobar como el trabajo remunerado es prioritario para el varón. En esta encuesta es muy raro encontrar varones trabajando a tiempo parcial así como menos de 31 horas semanales, además cuando el varón trabaja fuera de casa gasta menos tiempo en el trabajo doméstico. Esto último no ocurre en el caso de las mujeres, con lo que se concluye que el trabajo remunerado es una excusa masculina para no realizar tareas domésticas. Además no existe equilibrio en el tiempo dedicado a las tareas del hogar dentro de las parejas donde ambos trabajan fuera de casa.

Otro de los datos más significativos del uso que hacen los varones de su tiempo son las cifras comparadas entre tiempo de ocio y tiempo de trabajo doméstico. Los varones en ningún momento de su vida dedican más tiempo a las tareas domésticas que a sus actividades de ocio. En cambio las mujeres sí lo hacen.

Al observar datos internacionales[1] podemos decir que en ningún país estudiado existe igualdad en cuanto al reparto doméstico. Sin embargo no en todos los países los varones se comportan exactamente igual. Los más participativos y por tanto donde se acorta la distancia con las mujeres los encontramos en Noruega. En otros países como Francia y Gran Bretaña observamos una menor participación masculina respecto a este país nórdico, y España sería el de mayor desigualdad de los estudiados.

la participación porcentual de la mujer y la del hombre en cada país

Distancia de participación por género: resulta de la resta entre la participación porcentual de la mujer y la del hombre en cada país. Fuente: Elaboración propia.

  • Tasa económica femenina: todos los datos son de 2005. Recogidos del Informe sobre Desarrollo Humano de 2007-2008.
  • % trabajo remunerado sobre total: se refiere la actividad femenina de mercado como porcentaje del tiempo de trabajo total. Se extrae de cada una de las Encuestas de Empleo del Tiempo
  • Relación ingresos: la relación de ingresos estimados entre hombres y mujeres. Este dato ha sido extraído del índice de potenciación de género (IPG) 2007-2008

Se ha llegado a la conclusión de que estas diferencias tienen causas socioculurales, económicas y políticas. El tipo de relaciones de género y las políticas estatales son imprescindibles para entender el funcionamiento de este reparto. Si nos fijamos en los países nórdicos en general, tienen políticas económicas más conciliadoras, una ideología de trabajo familiar compartido, con modelos individualizados de intervención pública, con una estructura más flexible del mercado laboral con incentivos para que la mujer madre trabaje fuera del hogar.

Teniendo en cuenta todo lo anterior creemos que el elemento clave es la posición de la mujer respecto al trabajo extradoméstico. Las mujeres de nuestro país no hemos alcanzado la independencia económica que se da en estos países, ni en cuanto a porcentaje de mujeres inmersas en actividades económicas, ni en cuanto a ingresos comparados con los varones, ni tampoco en cuanto a tiempo dedicado al trabajo remunerado en contraste con el trabajo doméstico.

A la vista de estas cifras, el avance que se ha llegado a producir en estos países se debe a las reivindicaciones feministas que se produjeron en la conciencia de las mujeres (acompañado por otros movimientos como el obrero y el sindical). Por tanto el acercamiento del varón al trabajo doméstico ha llegado por la presión de las mujeres y no porque el varón sienta de manera espontánea que quiere o debe entrar en el mundo del hogar.

Es difícil que el varón empiece a reivindicar su entrada a este espacio como un derecho sobre todo porque este trabajo es invisible socialmente. Sin embargo es imprescindible que se involucre en estas tareas, entre otras por las siguientes razones: para subrayar su valor de trabajo aunque no esté remunerado, también por una cuestión de justicia social y así descargar de trabajo no remunerado a las mujeres que las aleja de unos derechos sociales solo adquiribles a través del trabajo remunerado. Además, el varón estaría más involucrado en la crianza y educación de sus hijos. Asimismo, encontrarían otras recompensas: ser personas completas e independientes, es decir, autónomas. Y se convertirían en creadores de bienestar.

El alejamiento del varón de estos trabajos le puede provocar una alienación en el sentido de distorsión y desafección. Quien no ha limpiado jamás su ropa o ha cocinado su propia comida, ni siquiera ha visto como se hace, es fácil que sienta que es un trabajo ajeno a él.

La creación de bienestar en el entorno más próximo de un individuo trasciende a lo social en forma de relaciones sociales más equilibradas y de posiciones más igualitarias. Sin embargo, como hemos visto, este tipo de posiciones y relaciones no se dan en este momento la sociedad española. 

Artículo basado en la tesis de la propia columnista, Carolina Ripoll: “La participación del varón en el trabajo doméstico no remunerado”, Ver/Descargar Tesis.

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Bibliografía

[1] Datos ofrecidos por Centre for Time Use Research, www.timeuse.org (Los países seleccionaron para su estudio fueron Noruega, Francia y Gran Bretaña).

[2] www.ine.es


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