Jeanette Winterson
En su autobiografía, ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? (2012), Winterson confiesa que desde el principio tuvo el propósito de ser una escritora ambiciosa, de tratar temas de la vida desde una perspectiva arriesgada, experimental. Esto explica por qué La pasión, novela que publicó cuando aún no había cumplido los treinta años, muestra un nivel deslumbrante, sin ninguna pizca de ingenuidad literaria y con cada detalle, cada juego de palabras, elegido con la máxima exactitud. Lo mismo se puede decir de su forma de sugerir significados: el mensaje final que se extrae de La pasión invita a la ambigüedad, a seguir pensando, a releer; nada es sencillo en esta novela, aunque por eso mismo resulta tan interesante leerla e intentar profundizar en lo que nos quiere decir. Esto es lo que he tratado de hacer en esta reseña: analizar e interpretar, pero con la conciencia de que en los libros de Winterson no existen los absolutos, de modo que siempre será posible buscar nuevas explicaciones, nuevas miradas, nuevas lecturas. En eso consiste, al fin y al cabo, la buena literatura.