La pasividad por el cambio climático y la caza de tiburones en España

Publicado el 02 febrero 2014 por Adrián Calvo @adriantsn

La naturaleza pide auxilio a gritos sin que nada ni nadie pare su maltrecho camino hacia la debacle. El intenso comercio humano no regulado ya en las antiguas civilizaciones supuso un duro golpe para el hábitat de cientos de especies marinas y terrestres. Con la Revolución Industrial (siglos XVIII-XIX), el constante aumento de la oferta y la demanda (gloriosa y temible ley económica) y el ascenso demográfico que ha experimentado nuestro planeta hasta nuestros días suponen una grave amenaza para el ecosistema en el que vivimos y en el que habitan miles de especies vegetales y animales. El cambio climático, tan ignorado por muchos 'econo-listos', puede cambiar drásticamente las condiciones de vida a las que estábamos acostumbrados. Los cambios climáticos han supuesto, a lo largo de los miles de millones de años de historia de la Tierra, extinciones masivas de especies que hasta entonces fueron viables. Y, por si fuera poco, con la reciente crisis económica, este tema del que se podrían extraer sabias enseñanzas a fin de revertirlo ha sido abandonado a su suerte. El protocolo de Kioto ya no es suficiente, como tampoco lo son todas esas cumbres del clima que celebran altos cargos empresariales y gubernamentales para tomar unas copas, salir en la foto y volver en su jet privado a casa.

Viles prácticas las que el ser humano ha practicado durante siglos y que han quedado impunes desde entonces son las que ahora pueden costar a la humanidad, como mínimo, un buen susto: cánceres, intoxicaciones, sequías, hambrunas, etc. La polución que emanan las grandes fábricas al aire del que todos respiramos, los desechos residuales de los vertederos, los vertidos ilegales de plantas depuradoras, fábricas y plantas nucleares... todas ellas y muchas más son las que provocan el derretimiento de los polos y la extinción no tan lejana de muchas especies. Mediante cálculos de química y un medio conocimiento en biología podemos constatar el impacto a la naturaleza que suponen estas actividades, y, aun sin ellos, deberíamos ser capaces de percatarnos de lo grave de la situación. Además, si ha ello añadimos el ansia humana de construir en la primera línea de playa o en parques naturales protegidos, podemos afirmar que el ser humano es el único animal que destruye el medio donde vive. Y es que, en España, gracias a unos señores que tuvieron la brillante idea de urbanizar todo suelo habido y por haber en el año 1998, hemos sembrado, además de una burbuja inmobiliaria, un precioso y abandonado paisaje de tono anarajado ladrillo y sutiles toques amarillo grúa. Ello tan solo en tierra, porque en el mar, en las aguas, tampoco no nos hemos quedado cortos.

La cacería de tiburones supone en todo el mundo una amenaza hacia la especie de los escualos, y, aunque España prohibe la cacería de los tiburones martillo y zorro desde 2010, sigue siendo el primer país del mundo en capturas de tiburón, y la Lonja de Vigo, la primera de Europa. Los tiburones siempre han sido vistos como unas temibles criaturas marinas sin piedad y que, de tener la ocasión, matarían a toda la raza humana a bocados. Tal fantasiosa e ignorante visión de la realidad es la que prevalece y ha prevalecido durante años en las mentes y opiniones de una sociedad incapaz de ver más allá de lo superficial, de lo obvio.

Por un solo escualo se llegan a pagar 24.000 euros. Los principales países consumidores son China, Taiwán, Sri Lanka, Francia e Italia. De estos animales se extraen, además de lo que al sector alimentario se refiere, productos de peletería, cremas cosméticas, aceites de hígado y productos suplementarios de Omega-3. Sin embargo, el problema se encuentra en que los pescadores atrapan 'casualmente' a los tiburones en las redes de arrastre, y de ellos cortan las aletas para arrojar de nuevo el tiburón al mar. De esa forma, el escualo muere lenta y sufridamente, cayendo en el abismo oceánico, en el olvido de las eras. Mientras tanto, en la otra cara de la moneda, un hambriento comensal consumirá este extraño manjar por el módico precio de 100 dólares estadounidenses. Millones de años de evolución, exterminados en unas pocas décadas.

"La pasividad por el cambio climático y la caza de tiburones en España", por @adriantsn

Domingo, 2 de febrero de 2014

The Speedy News: La peligrosa pasividad por el cambio climático y la coartada de la crisis http://thespeedynews.blogspot.com.es/2014/09/cambio-climatico-pasividad-crisis-economica.html
Océanos, la película http://vk.com/video_ext.php?oid=6270587&id=160361957&hash=aeaa04c1f2e6da3c&hd=1
Discovery Channel: Tiburones en peligro http://www.tudiscovery.com/tiburones/peligro/caza/index.shtml
Axena.org: Matamos tiburones, matamos el mundo http://blogueiros.axena.org/2010/03/12/matamos-tiburones-matamos-el-mundo/