Cada año al comenzar el mes de mayo, la Hermandad del Redil Eucarístico de la Divina Pastora de las Almas y Beato Diego José de Cádiz, celebra solemne Rosario público con la Imagen de su titular por las calles adyacentes al convento que tuvo el privilegio de ser la cuna de la universal devoción de la Madre del Buen Pastor.
Cada año, suele visitar algún templo próximo, este año como no podía ser de otra forma al celebrarse el L aniversario de la Coronación Canónica de la Esperanza Macarena y declararse año jubilar, la Virgen de forma extraordinaria visitó la Basílica de Santa María de la Esperanza Macarena.
Numerosos hermanos y devotos acompañaron a la venerada Imagen de la Pastora coronada de Capuchinos, una de las más populares y devotos efigies letificas de la ciudad hispalense. Junto a ellos, numerosos pastoreños de Cantillana se trasladaron a la ciudad para acompañar a la Virgen y ganar las indulgencias concedidas al visitar el Templo Macareno. El coro de la hermandad de capuchinos amenizo con sus emotivos cantos el Rosario.
La Divina Pastora, aparecía radiante en sus andas para ser portada por sus hermanos y devotos, vistiendo saya blanca borda en oro, el riquísimo manto verde decimonónico bordado en oro, regalo de los duques de Montpensier y que lucio en su coronación canónica, cayado de plata dorada, la diadema de oro ejecutada por Amián y la corona que le fue impuesta por el obispo de Ostracine en 1921, y sobre su pecho la Medalla de oro de la Ciudad de Sevilla.
Tras la celebración de la Eucaristía en la Iglesia de capuchinos, con las últimas luces de la tarde salía la Virgen por el compás del convento en busca de la histórica ronda de capuchinos y las murallas. La hermandad de la Divina Pastora de Padre Pío, el Redil Eucarístico de la Divina Pastora de Cádiz y los devotos de la Pastora de Barquisimeto también acompañaron a la Virgen.
En el interior del Templo Macareno, se procedió a la lectura de las preces de las indulgencias que se pueden ganar en el año jubilar, tras la plegaria y el canto de la salve, un hermano capuchino subió a las andas, y le retiró a la Virgen su corona y le colocó el sombrero que traían delante de las andas unos niños en una bandeja.
Esta curiosa ceremonia tenía lugar antaño, cuando era habitual que la Pastora visitase la Iglesia de la Macarena. Tras visitar la Basílica, ya de noche y tocada con el sombrero, prosiguió hasta el convento por la calle san Luis, el Pulmarejo y Beato Diego José de Cádiz, un recorrido de sabor añejo que antaño realizaba la popular procesión de la Pastora de Capuchinos.
Sin duda, una jornada histórica la vivida el pasado 3 de mayo en los entornos de la muralla, en dos polos donde nacen dos devociones que desde Sevilla ha llegado a todos los continentes, la Esperanza Macarena y la Divina Pastora. Un Rosario vespertino, multitudinario y jubiloso, con el que los hermanos del Redil Eucarístico de Capuchinos ganaban el jubileo de forma digna y esplendorosa, llevando con ellos a la veneradísima Imagen de la Madre del Buen Pastor, todo un ejemplo a seguir.
Video del Rosario de la Divina Pastora de Capuchinos