in memóriam.
La bala recorre impunemente
las calles del no-país
Los cuatro puntos cardinales
se bañan de sangre.
La patria se agosta
en una masacre sin sentido.
Caen cuerpos por doquier
la bala mata
a veces al instante,
otras lentamente.
La patria se consume.
Cada bala nos disminuye
nos resta.
La patria se agosta.
Ureña ya no es famosa
por sus textiles y muebles.
La frontera más activa
de América Latina,
hoy suena por el efecto mortal
de las balas.
En un mismo domingo
hirieron a cinco
en ese confín de la patria.
El no-país llegó a la frontera.
La patria se agosta.
Una niña de diez años
es herida en su casa
por las balas de civiles paramilitares
las mismas balas
que hieren mortalmente
a Anthony Rodrigo Salvador
de veintitrés años.
Un hospital de Cúcuta
en Colombia, lo ve morir.
Batalló por horas con la…
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