La Patum es una fiesta que es muy complicado de explicar con palabras y para entender lo que realmente es se debe vivir in situ. Acercarse a la Plaça Sant Pere y sentir el olor a pólvora, sudor, la vidalba y un verdadero infierno rebosante de fuego.
La celebración ha logrado sobrevivir en Berga, donde han sabido mantenerla y conservarla a pesar de las numerosas prohibiciones a lo largo de los siglos. Siendo declarada en noviembre del 2005 Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Para más información visitar femturisme.cat