Comprendí que estar quieto
también formaba parte de la ruta.Supe que desde estas cuatro paredes,
acompañado de Claudio Rodríguez,trazaría todos los recorridos
-trayectos en líneas discontinuas rojas-
Cuánta lejanía puede soportar un cuerpo
y cuántas respuestas inconclusasson necesarias
para delimitar los países y las comarcas,
para delimitarnos a nosotros mismos.
Entregad al viento
todas las botellasy esperad al incendio forestal,
el humo siempre fue mejor mensajero
que el papel.
Cuando dominamos el fuego
dejamos de creer en los dioses.Sé que vendrás conmigo,
ahora pensemos dónde.