Revista Cine

La película de terror de Andrés Pons: La herencia de Valdemar (o, en qué habéis malgastado mi dinero, señores productores)

Publicado el 03 febrero 2010 por Crowley


Desde El blog del Sr. Pons, nos llega una colaboración en forma de post que me manda el amigo Andrés Pons. Una reseña de máxima actualidad en la que nos habla del que se suponía iba a ser uno de los grandes éxitos del cine patrio de género, pero que, como ya se presuponía, ha acabado siendo un fiasco del que nadie se acordará en unos meses. Estamos hablando de "La herencia de Valdemar".


LA HERENCIA VALDEMAR
AÑO
: 2010

GUIÓN Y DIRECCIÓN: JOSÉ LUÍS ALEMÁN
ESPAÑA
TERROR
INTÉRPRETES: EUSEBIO PONCELA, ÓSCAR JAENADA, PAUL NASCHY

SINOPSIS
Los textos de Lovecraft son los protagonistas de la trama que comienza con la desaparición de una tasadora de inmuebles que se traslada a la mansión de Valdemar.
CRÍTICARealmente no puedo entender el continuo ardor publicitario sobre este producto. Realmente parece que todas las publicaciones del país se ponen de acuerdo en alabar las excelencias del debutante José Luís Alemán que tras la trágica muerte del protagonista de La noche de Walpurgis y director del Caminante entre tantas. Evidentemente me refiero al icono del fantástico español Paul Naschy que ofrece una intervención póstuma (Que no última ya que tiene pendiente de estreno Impulsa y la segunda parte de este díptico)

Ello a contribuido si cabe una mayor campaña promocional aludiendo al corazón del fan del hombre lobo patrio, sin olvidar otros reconocidos intérpretes entre los que destacan el Camarón Óscar Jaenada y Eusebio Poncela que también es una importante referencia en el género ya que protagonizara la inolvidable Arrebato.
Estos nombres se unen al del alabado escritor H.P Lovecraft, fuente de inspiración en multitud de realizadores. Stuart Gordon, Roger Corman acudieron a la locura y genialidad de tan insigne creador. En ocasiones el resultado fue simplemente horroroso, me entran escalofríos cuando recuerdo “La Mansión de los Cthulhu” donde Piquer Simón orquestaba un auténtico despropósito tomando en vano el nombre del creador.
Logrando un holgado presupuesto salido de productores interesados en el guión ofrecido. Lo que nos vende al debutante cómo un genio de la gestión y con un buen par de cojones para sacar adelante su parto contra viento y marea. Todo ello es muy bonito pero el resultado final es altamente decepcionante.
Se nos presenta un prologo alargado hasta el tedio en una presentación de personajes ciertamente desafortunada acompañadas de unas interpretaciones desacertadas de todo el reparto. Al parecer alguno se creía que presentaba un capítulo piloto de lo que sería una serie, cuando la verdad lo que se pretende es crear una saga con identidad propia. El terror clásico que tanto hacen alusión diversos medios brilla por su ausencia. Entre otros problemas no se disipa ni tensión, ni intriga, ni la agobiante atmósfera que suele acompañar a títulos verdaderos catalogados de Terror clásico.
El responsable tendría que estudiarse la obra de Mario Bava, algunos filmes de la Hammer y tal vez capte lo que verdaderamente es lo gótico y el clasicismo. Porque por el momento lo único que demuestra es que sabe promocionarse, no tanto ponerse tras las cámaras.

Un guión de una mediocridad indigna, nos muestra como débil hilo conductor la desaparición de una tasadora de antigüedades a la que sigue una investigación policial que se adentra en el pasado de Valdemar en una ruptura brusca que deja al espectador totalmente perplejo. La dirección no demuestra recursos en unos Travellings alargados de forma innecesaria y una cámara que nunca se mueve convenientemente.Algo que se esperaba cuando José Luís nos dejaba con la boca abierta al aclarar el porqué no adaptaba un relato concreto. El hombre suelta la frase que los relatos de Lovecraft tienen mucho diálogo y descripción para ponerlos al servicio cinematográfico. Cuando precisamente el autor solía destacar por sus diálogos sencillos y sus descripciones directas al grano. El desconocimiento va más allá cuando nos presenta un tono amoroso en todas sus imágenes. La narración de Lovecraft pocas veces por no decir ninguna acudió a temas románticos. Todo lo contrario, su obra basculaba en la demencia del mal que caracterizaba sus mundos enfermos.
Solo se puede alabar ciertos aspectos técnicos. Se cumple en el vestuario, decorados que dan una caracterización de la época apropiada, también los tonos oscuros de su fotografía son acordes y la banda sonora emite notas interesantes. Los efectos especiales digitales chirrían un poco.
En definitiva un alud de información que una vez estrenada demuestra que Alemán sabe venderse pero su talento es limitado para algo tan ambicioso.
Lo Mejor: La caracterización de la época.
Lo Peor: El desconocimiento total de la obra de lovecraft, realmente imperdonable si pretendes mostrar su universo.
Un 2,5.

Andrés Pons



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