¿Quién quiere ser Rey?
Emotiva. La película El discurso del Rey (2010, The king’s speech) me conmovió, además de ser un drama histórico inteligente. Los actores Colin Firth (¡brutal!) y Geoffrey Rush se lucen por igual para contar cómo el rey Jorge VI consigue vivir con una grave carencia para un hombre de estado: tartamudear como un bobo. Incluso Helena Bonham Carter está en su papel.
Y hay otra razón para ir al cine. En tiempos de desasosiego, El discurso del rey es una ventana abierta al optimismo. El director Tom Hooper impregna el celuloide (perdón, el dígito) con un mensaje, algo así como “Hazlo. Luchar vale la pena”. Un mensaje transmitido a través de una producción muy cuidada, exquisita, donde los detalles sí importan, y de un guión escrito con aguja de oro.
En estos tiempos de desasosiego y películas que son el equivalente a una McBurger con queso, la propuesta de Hooper es mirar y… Escuchar. Los diálogos, incluso aquellos párrafos que parecen secundarios, son un deleite y requieren no estar pensando en la compra del Lidl o en lo dura que es la cuesta de enero. Maravilloso.Sí es cierto que a mitad de película los aprendizajes de Jorge VI se hacen un poco repetitivos, circulares. Pero ya se está llegando al final, que en este caso es un discurso. Un discurso que iba a cambiar, dramáticamente, la vida a muchas personas. Peli algo lenta con algunas escenas memorables.
Abstenerse: fans de Prince of Persia.Recomendable: si tomas tostadas con mucha mantequilla y mermelada de naranja para almorzar.Puntuación: 7,5.
El discurso del rey - Tráiler español