Algunas voces denuncian en España que la llegada al poder de Pedro Sánchez y su promoción política también fueron financiadas por Venezuela. No hay pruebas, pero la tesis es verosímil.
Lo que está probado es que el dinero venezolano llega con abundancia a Cuba, a Colombia y a otras tiranías y que la red mundial que apoya al asesino Maduro incluye grupos dedicados al narcotráfico, países comunistas y autocracias como Rusia, China, Irán y otras.
El dinero del gobierno venezolano compra voluntades como la del ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, que ya es un millonario gracias al oro venezolano, igual que a Monedero, uno de los fundadores del partido comunista español "Podemos".
Nadie conoce con detalle el alcance de la corrupción venezolana, pero es seguro que ese país es el principal foco de podredumbre en la actualidad mundial.
Además de haber construido su poder sobre la escasez y la pobreza de su propio pueblo y sobre la migración forzada de millones de venezolanos, Maduro es sostenido por la escoria del mundo porque los secretos que saldrían a la luz con su caída conmocionarían a la izquierda mundial y provocaría un desastre al el poder de las izquierdas, que aparecería ante los ojos de la ciudadanía mundial como un nido de parásitos corrompidos, millonarios y desestabilizadores.
La caída de Maduro provocaría también un escándalo mundial cuando lleguen a conocerse los acuerdos secretos de ese régimen y las operaciones siniestras y sucias financiada desde Caracas.
Además, según algunos estudios de expertos, provocaría también una reacción en cadena que derribaría algunos regímenes basados en la represión y el abuso de poder, como los de Cuba, Nicaragua y otros.
Francisco Rubiales