Las mariposas tienen ciclos vitales muy particulares, y es complicado generalizar a la hora de querer explicar los movimientos migratorios de cada una de las especies. Así, en bastante bibliografía se dice que Colias crocea vuela de abril a octubre, y esto es así en buena parte de Europa, pero no en Asturias. Es importante tener en cuenta que este piérido no guarda fase de diapausa, y se muestra activa a lo largo de todo el año. Por eso los adultos aparecen durante más tiempo allí donde el clima es más cálido y tienen más posibilidades de sobrevivir dentro de su área de distribución, en el sur de Europa y Norte de África.
En Asturias por ejemplo es normal que este lepidóptero esté volando hasta noviembre e incluso más tarde si el invierno es bueno, por ejemplo en 2015 se pudieron ver hasta diciembre. A continuación los primeros individuos del nuevo año se observan por lo general durante el mes de marzo. Como en otras especies de mariposas, algunas se quedan a criar aquí y otras continúan un vuelo colonizador hacia el norte de Europa, donde aparecen a partir de abril.
Son los descendientes de estas mariposas más viajeras las que en otoño emprenden el viaje de vuelta al sur, desalojando amplias zonas de cría a lo largo de septiembre y octubre. Y son estas viajeras las que de repente aparecen en nuestros campos con la llegada del otoño. Su número es variable, y depende de lo buena o mala que haya sido la temporada reproductora en el norte. Como curiosidad, un pequeño porcentaje de las hembras de Colias crocea que aparecen en esta época, entre un 5% y un 10%, son más pálidas, y se las conoce como forma helice.
Para esta entrada he consultado las siguientes y muy recomendables páginas web:
Learn about butterflies
Lepidoptera and their ecology