La periodista Isabel Morillo (@2imori) reinventa la historia para meterse con Podemos a mi costa

Publicado el 07 diciembre 2014 por Juantorreslopez @juantorreslopez

La periodista Isabel Morillo (si es que se puede llamar periodismo a lo que hace) reinventa la historia y datos sobre mi vida para sumarse (ella sabrá por qué) a la batalla abierta contra Podemos. En un artículo publicado en El Confidencial con el título Juan Torres fracasó en su intento de hacerse con el poder en la Universidad de Málaga, dice las siguientes mentiras.

- Miente Isabel Morillo sobre mis relaciones con Alberto Garzón cuando dice: “Durante la campaña electoral que libró Torres para llegar a ser rector en Málaga, Garzón fue uno de los alumnos más activos a su favor y participó directamente recabando apoyos entre el alumnado”.

Es fácil comprobar que Isabel Morillo miente cuando dice eso porque dichas elecciones se celebraron (diciembre de 2003) dos o tres meses después de que Alberto Garzón entrase en la universidad (octubre de 2003). Yo no lo conocía entonces y es difícil creer que un alumno tan recién llegado pudiera desempeñar ese papel tan activo y recabar apoyos, como dice la periodista.

- Miente Isabel Morillo para tratar de vender la historia de un supuesto conflicto entre la rectora y yo (que estaría según ella detrás del problema que ha tenido Errejón).

Al respecto, dice Morillo que la elección en la que yo participé no estuvo “exenta de polémica y mucha tensión, como él mismo dejó escrito en su blog personal” (se refiere a mí). Pero es muy fácil comprobar que el enlace que la periodista pone como prueba de esa tensión ¡es muy anterior a la elección! En el texto que Morillo enlaza me refiero al mandato del rector anterior. Y cualquier persona que conozca la UMa sabe perfectamente que -con independencia de la tensión que pudiera haber habido en la elección- una vez que se celebró he apoyado y mantenido siempre una excelente relación con la rectora (que por cierto, no es presidenta de los rectores españoles -como dice Morillo- desde hace tiempo).

- Miente Isabel Morillo cuando dice que Alberto Montero me “tomó el testigo en el departamento de Economía Aplicada” tras mi marcha de la Universidad de Málaga. Es totalmente falso. Cuando yo dejé el departamento era un simple catedrático, sin responsabilidad alguna ni en el Departamento de Derecho Financiero, Economía Política y Filosofía del Derecho ni en el área de Economía Aplicada a los que estaba adscrito. Alberto Montero no podía sustituirme en nada ni recogerme testigo alguno puesto que él no es catedrático como yo ni colaboraba conmigo en las tareas o en la investigación que yo desarrollaba entonces.

- Miente Isabel Morillo cuando afirma que yo guardo “una cordial relación personal con el actual consejero de Economía del Gobierno andaluz, José Sánchez Maldonado, catedrático de Hacienda también en la universidad malagueña”.

Es verdad que éste último profesor es una persona siempre muy cordial pero yo puedo decir que no tengo relación personal con él y que no he mantenido más allá de alguna conversación de saludo desde hace bastantes años.

- Miente Isabel Morillo cuando dice que “Las relaciones de Juan Torres, Alberto Montero, Iñigo Errejón y Alberto Garzón se tejieron en la institución académica donde la rectora que ahora vinculan al PSOE les ganó el pulso”.

Prometo por mi honor y reto a Isabel Morillo a que demuestre lo contrario (porque estoy harto de periodistas mentirosos como ella) que yo he estado con Iñigo Errejón solo dos veces en mi toda mi vida: una, cuando se presentó Podemos hace unos meses en la Universidad Pablo de Olavide, limitándome a estrecharle la mano y saludarle. Y otra, en una reunión informativa a la que se me invitó hace unas semanas en Sevilla y a la que también acudieron unas 20 personas. Por tanto, es mentira decir que yo he tenido o tejido relaciones con él en la Universidad de Málaga. E igualmente prometo por mi honor que yo no tenía ni idea de que Errejón estuviese contratado en la UMa ni que trabajase con Alberto Montero.

Lamento tener que escribir estas cosas pero creo que tengo el derecho e incluso el deber de denunciar esta práctica periodística tan inmunda que se está desarrollando en España para linchar a las personas que piensan distinto y destruir su honor de cualquier forma. Nadie tiene el derecho a mentir así y menos, creo yo, una periodista que lo hace en un medio de tanta difusión como El Confidencial.