La perseverancia debe estar fundamentada en la vocación

Publicado el 06 febrero 2020 por Alejandro Tena

La perserverancia

Sin lugar a dudas la perseverancia es un elemento fundamental para el éxito de cualquier nuevo emprendimiento, sin embargo, muchas veces entendemos la perseverancia como un hábito y actitud que podemos tomar sin más ni más. El ser perseverante frente a un objetivo o meta planteado es una elección que se opone a la desistencia, la cual también es una elección, ambos tienen raíces en diferentes motivaciones, o mejor dicho, en grados de motivaciones, puesto que es tan válido dejar de continuar con un negocio que deja menos dinero que una oferta de empleo que deja más dinero, sin embargo, si el negocio deja el suficiente dinero para que el emprendedor viva plenamente y además corresponde con su vocación personal, esta sería una motivación superior a la de un empleo que ofrece la misma plenitud (debido a que más dinero no tiene mucho sentido para la persona si está ya llego a su plenitud) y no corresponde con su vocación de vida

El sentido de la vida

Por lo anterior es súmamente importante que cada uno conozcamos el sentido de nuestra vida, lo tengamos claro y presente todos los días, además este sentido de la vida debe de llevar una relación lógica con todos los demás aspectos menos elementales de nuestra vida, esto es, que el sentido de la vida no forma un ente aparte de todo lo demás, sino el pináculo de nuestros valores.

Del sentido de nuestra vida podemos entender por lo tanto que tenemos una vocación que fundamenta ese objetivo final. Nuestra vocación es uno de los elementos más importantes del sentido de la vida, ya que llevándolo de una forma coherente nos trae los sentimientos de felicidad más elevados como la plenitud.

Nuestra vocación se identifica por esa pasión que sentimos internamente de mejorar algunos aspectos de este mundo, el emprendedor a final de cuenta tiene su razón de ser porque esta ofreciendo un producto o servicio mejor de lo que había.

El ordenamiento de los valores

Como se mencionó arriba, hay grados de motivaciones, el ser humano es una criatura compleja dotada de cuerpo, alma y espíritu, las tres con diferentes intereses, y se dice cuando las tres partes están plenamente satisfechas, hemos llegado a pleno estado de felicidad, y cuando alguna de ellas está siendo desatendida, hay desajustes.

La vocación personal es una necesidad del alma y del espíritu, y estos a su vez son superiores al cuerpo, que solo busca el placer, por lo tanto cualquier elección que hagamos por placer corporal, esto incluye la pereza por su puesto, por encima de una elección del espíritu, va en detrimento de nuestra felicidad.

Conclusiones

Por lo tanto si queremos que nuestras decisiones de perserverancia sean sólidas y nos compensen con ese sentimiento de plenitud, debemos ser concientes de nuestra vocación profesional y ser capaces de identificar cuáles son las motivaciones que vienen del cuerpo y no del espíritu.