Para ello, en el aula, recordamos todo lo que sabían de su vida. Luego leímos textos de personas que lo habían conocido como Bartolomé Mitre, Juan Bautista Alberdi, entre otros. Y ahí comenzó la travesía, primero conocimos qué era una composición y cuáles eran sus partes, a continuación elegimos el tipo de narrador y nos largamos a escribir. Cada uno comenzó con su borrador. Cada vez que terminábamos una sesión, la profesora los leía y nos hacía sugerencias, con las que enriquecíamos nuestro borrador, incluso llegamos a hacernos sugerencias entre nosotros. Cuando terminamos, leímos todas las composiciones y elegimos la que enviaríamos al concurso. Pero la que habíamos elegido, no estaba terminada y nuestro compañero, quien la había iniciado había faltado... ¿qué hicimos? Entre todos, aportamos párrafos de algunas de nuestras composiciones para darle un final. La compartimos con ustedes:
Muchas veces hemos escuchado decir que San Martín era valiente y… ¿por qué? ¿por qué cruzó la cordillera de los Andes? ¿Por liberar Chile y Perú asegurando así la libertad del país en el que vivo, Argentina? ¿por combatir en múltiples batallas?Todos dicen que por eso él fue valiente, pero para mí no; para mí fue valiente por ver cada día que la Argentina y los países de Latinoamérica fueran libres, por reaccionar antes que su enemigo con estrategias meditadas, por su amor por la patria, por ser una persona justa, responsable y comprometida por el beneficio de todos dejando de la lado, el personal. Para mí esa es la valentía que San Martín quería enseñar a sus soldados, en sus seres más queridos; inclusive en mí, en mí familia, en mis amigos. Ser valiente también es eso, sostener tus ideales con la palabra e intentar así, lograr que otros apoyen una causa y se apropien de la misma.San Martín también ayudó al país con la creación del Ejército de granaderos, quien hoy en día siguen contribuyendo en nuestro país, otro legado que le debemos como también nuestra posibilidad de elegir y decidir quienes serán nuestros representantes.Si yo hubiese estado en esos tiempos, habría entrevistado a alguno de esos granaderos para que pudiese contarme cómo es la sensación de estar con una de las figuras más grandes de nuestro país. Seguramente me hubiera dicho que su General es una persona que todo el país debería admirar por sus hazañas. También me dirían que disfrutaba de los partidos de ajedrez porque era un estratega por naturaleza. Si le preguntara ¿Valió la pena estar al lado del Gran Capitán? Me diría que en un principio no lo sabía porque era difícil imaginar el Plan con la claridad que él lo veía, pero con el paso del tiempo pudo darse cuenta que resaltaba entre todos con su valentía, inteligencia, astucia; sosteniendo no solo con la palabra que había que ser justo sino que con sus acciones también lo hacía.Por eso hoy, con mis 12 años, puedo decir y seguir intentando ser un ciudadano responsable que cuida y valora su libertad, en honor al esfuerzo de lo que hizo el Libertador y todos aquellos que lo acompañaron tanto en las victorias como en las derrotas. Por que eso es la vida y a pesar de que aún soy chico, sé que es posible lograrlo, aceptando los errores ya que ni el mismísimo San Martín fue perfecto. Se trata de aportar lo mejor de cada uno y de mejorar lo que no lo es, así nuestro país seguirá superándose.El deseo de vivir mejor la tenemos todos ¿Por qué no empezamos a seguir ese deseo que todos compartimos? ¿Por qué no dialogamos y logramos el consenso poniendo en juego la empatía? ¿Por qué no nos unimos por el bien de todos dejando de lado el beneficio propio?
Joaquín Jara Rúa y todos los alumnos de 7mo grado