La pesada carga

Publicado el 04 octubre 2014 por Javier Marcos Angulo @clamorsegovia
Todo bicho viviente intenta llegar a fin de mes sin que se le descuadre mucho su contabilidad tan particular y privada que siempre han llevado estoicamente las 'amas de casa' que denodadamente han hecho siempre gala de magias, que los verdaderos magos desconocen.
Este Sistema por cierto también montado por muy pocos (desde que nos vendieron esto de la Transición, por cierto no Transitada) no solamente se empeñan que paguemos, innumerables tasas, impuestos varios de toda índole, por aquello de que todos somos Hacienda, sino que además nos restriegan por nuestras narices que con todo lo que recaudan no tienen suficiente, que declaman a los cuatro vientos que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, cuando en realidad lo que nos han hecho de siempre es cuadrar sus posibilidades, sí, las suyas, con nuestras cuentas. 
Las bocas de unos pocos que están en el poder se ríen de nosotros sin más.
No contentos con que ya nos han robado la Sanidad Pública, la Educación Pública, las Energías Públicas, ni nada de nada del Estado del Bienestar, van y se mofan abiertamente de todos los ciudadanos y nos dicen: 'chúpate esa mandarina' y ahora hay que pagar a un ente increíble como es el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid.Esa 'cosa', confieso que no tenía ni idea que existiera, pero lo que se dice ni repajolera idea.
Esta 'cosa', se traduce (como era de esperar) en una miaja más como son los 80.000 euros netos al año del ala (debe de ser de una gaviota), para que con coche oficial y asistente incluido, pueda aposentar su culo (pocas veces al año) su culo el antigüo ministro de Justicia Gallardón que últimamente ha dado mucho juego a la política profesional.
Pero claro yo que soy muy distraído, me entero, así por casualidad que (lógicamente) no sólo existe el consejero Gallardón , ya lleva años otro prócer como Leguina.
Este país llamado España sigue siendo un país muy diferente, muy especial. Nos preocupamos muy seriamente de llagar a final de mes, para que una élite pueda aguantar la pesada carga.