La peste del mar (II)

Publicado el 31 octubre 2018 por Monpalentina @FFroi
Algunos tratamientos
James Lind, (1716-1794) médico de la Royal Navy, ensayó tratamientos  con doce enfermos de escorbuto en un viaje oceánico:
 “Ingesta de agua de mar; una mezcla de ajo, granos de mostaza, rábano, quina y mirra líquida; una solución de ácido sulfúrico”.

 Todos tuvieron la misma dieta: gachas endulzadas con  azúcar por la mañana; al mediodía, caldo de cordero o pudin con galletas; para cenar, cebada con pasas o arroz con grosellas o carne, con vino. A dos enfermos les dio un litro de sidra al día y con el estómago vacío, vitriolo sulfúrico. Otros dos tomaron dos cucharadas de vinagre con el estómago vacío y las gachas. A los más graves les dio agua de mar; a otros dos, naranjas y un limón a cada uno; a los dos restantes el mejunje de ajo y mostaza, preparado por un cirujano del hospital. Según Lind, la mejoría de los enfermos que tomaron naranjas y limones fue milagrosa. Tanto que pudieron ponerse a trabajar enseguida… aunque más sobrenatural fue que no fallecieran todos con semejante alimentación…
Con el resultado de este ensayo clínico cabría pensar que la Marina inglesa tomó buena nota inmediatamente, pero no fue así: tuvieron que pasar más de cuarenta años hasta que el Almirantazgo impuso los cítricos en las dietas de los marinos. Fue en 1795 y James Lind había ya fallecido.
También se probaron otros remedios: agua de alquitrán, sidra, malta sin fermentar o cerveza de abeto (una mezcla de melaza, savia de pino y alcohol).  Había también una receta de un cirujano ruso, consistente en ”pescado helado crudo, sangre caliente de reno y ejercicio”.
El capitán Cook si tuvo en cuenta las advertencias de James Lind y su propia experiencia al incluir en el matalotaje de sus barcos para tan largas expediciones cítricos, todo lo abundante que pudieron “…y la chucruta se servía a los hombres los días que tocaba carne y el caldo los días de bayan. Con la malta se hacía mosto que el médico administraba a discreción a todo aquel que presentara el menor síntoma de escorbuto”. Cook, ya en 1760 estaba convencido de que la ingesta de col agria protegía del riesgo del escorbuto. En cuanto a los días de bayan, no sé qué ha querido decir el traductor…
En la “Expedición Malaspina-Bustamante”, 1789-95, con una ingesta periódica de cítricos y abundante fruta fresca solo se produjo un caso de escorbuto en la travesía de 56 días de Acapulco a las Marianas…

Una sección de Elisa Gómez Pedraja para Curiosón, 2018