2011 empieza fuerte, muy fuerte, ya que no se me ocurre una palabra mejor para definir esta novela de Jelinek que TREMENDA. Ya estaba advertida: mi amigo Pablo la puso en mis manos diciendo "Vas a pasarlo un poco mal". Y es que "La Pianista" es literatura de la fuerte, de la dura, de la que desgarra, de la que te hace removerte incómodamente en el sofá. Te asfixia, te mete las manos en la tripa y te la revuelve, para al final dejarte la sensación de que eres un poco masoquista. Porque no te has saltado ninguna página, porque has llegado hasta el final casi devorando las palabras, porque no sabes la razón exacta por la que pasar un mal rato se ha convertido en una delicia.
Las desviaciones de la profesora Kohul asustan y estremecen a cualquiera y, sobre todo, incomodan.
Michael Haneke la llevó al cine en 2001. A pesar de haber quedado encantada con la novela, no sé si me apetece ver la película. Tendría que volver a coger fuerzas, aunque por el trailer que he visto supongo que está bastante suavizada.
Traducción: Pablo Diener